Cáritas afirma que a pesar de la recuperación económica se está perdiendo la batalla contra la pobreza y la exclusión social
Hasta el 62% de las personas atendidas por esta ong de la Iglesia viven en barrios considerados como buenos
Hoy se celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. España, también, se ha sumado a los actos de este día. Y no es para menos, se denuncian «la permisividad de los gobiernos ante los abusos empresariales que buscan conseguir beneficios rápidos, a costa de los derechos laborales y sociales».
Los sindicatos aseguran que las políticas de las austeridad, y en el caso concreto de nuestro reino, materializadas en una reforma laboral que ha traído el desequilibrio en las relaciones entre trabajador y empresa, a favor de la patronal. Como consecuencia una degradación de las condiciones en el trabajo.
Datos que atestiguan un mercado laboral más precario
Según los datos que recoge el manifiesto de los sindicatos para este día, tenemos a más de 4 millones de personas en paro, si atendemos a los que están inscritos en las oficinas de empleo públicas. Las estadísticas de Europa lo elevan hasta superar los 5 millones.
Más de un 25% de los asalariados son temporales. Aumenta el número de los trabajadores que tienen un contrato a tiempo parcial (1,8 millones de ocupados). A esto hay que añadir, que los sueldos han bajado más de 7 puntos desde 2007. Sigue subiendo el número de parados de larga duración. Alcanzamos los 3,2 millones de personas que llevan más de un año buscando un empleo, y 2,3 millones que están en esta situación desde hace más de dos años, y la mitad de los cuales no cobra ya ninguna prestación.
Así que con datos como estos sobran los motivos para denunciar la situación de millones de españoles. Y prueba de esta permisividad de los Gobiernos para los organizadores son los Presupuestos Generales del Estado, que insisten en las políticas que han ayudado a estas cifras, números que esconden problemas reales de millones de personas.
Cáritas habla de pobreza entre los trajadores
Da la casualidad, que la ong Cáritas ha presentado en la víspera de esta jornada reivindicativa sus Memorias 2014. De ellas, se sacan interesantes conclusiones, y que son explicadas por los datos anteriores.
El vicesecratario general, Sebastián Mora, afirma en declaraciones a la prensa que «seguimos perdiendo la batalla contra la pobreza y la exclusión, más allá de la mejora en algunos datos macroeconómicos». Es decir, la recuperación no la notamos el resto de los mortales, y este colectivo para nada sospechoso de «antisistema» viene a contrariar la versión del Gobierno de Rajoy.
En cuanto al perfil de las personas atendidas por Cáritas, parejas con hijos o mujeres solas con hijos. Lo más preocupante del estudio, porque es interpretado como que «que la pobreza se transmite de generación en generación» y «los hijos de familias pobres tienen todas las papeletas para ser pobres». Proceden de hogares, en los que alguna persona trabaja, pero, aún así, la familia no alcanza un mínimo para vivir con la suficiente dignidad. Un 53% de las personas atendidas tenían este rasgo.
En su mayoría españoles un 73% frente al 26% los extranjeros extracomunitarios. Porque, como dice Mora, «el salario no es justo ni digno, en muchas de las ocasiones en que hay trabajo». Esto es tener un empleo como ocurría hasta hace unos años no es garantía de integración social.
Cáritas, además, incide en que las ayudas de los servicios públicos son «insuficientes». Por lo que la pobreza se cronifica. La razón, incluso, los que acceden al trabajo, no lo hacen en condiciones dignas ni los que llevan más meses y años en paro.
Con relación a este dato, cabe señalar que en el 65,8% de los hogares atendidos por Cáritas hay miembros desempleados y de los parados acompañados, el 74,2% lo es de larga duración con más de 1 año sin empleo.
Otro dato llamativo es que el 62% de los usuarios de estos programas viven barrios consideramos como buenos. Dicho de otro modo, la pobreza se dispersa. Y un último porcentaje, hasta el 41,9% no son pobres a efectos estadísticos, pero, tienen que enfrentarse a los mismos problemas y se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad.
Después de esta nueva bofetada de realidad, hay que preguntarse otra vez, a quién va destinada la recuperación económica, ya que no parece se beneficie el conjunto de los españoles, sino únicamente para unos pocos.
Fuentes y referencias consultadas
Encuesta de Población Activa
Memorias 2014 Cáritas
Manifiesto sindicatos
Nota de prensa Cáritas
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