Los últimos datos del mercado laboral hablan de una recuperación económica que está empobreciendo aún más a los trabajadores. La última Encuesta de Condiciones de Vida señala que ha subido el porcentaje de españoles en riesgo de pobreza en dos décimas más. Del 22,1% en 2015 ha pasado al 22,3% en este último año. El número de parados ha vuelto a subir en este primer trimestre en 17.200 personas más. Según los datos de la EPA, la cifra total de desempleados es de 4.255.000. Y así, un continuo suma y sigue.
Quedarse en paro en España sigue siendo una putada. Si eres mayor de 35 años, aunque, se sufra una tasa de desempleo menor, es muy difícil volver al mercado laboral. Encima, las mujeres tienen que superar un obstáculo más, simplemente, su índice de actividad es menor. Tampoco, se puede confiar en la tasa de cobertura social. Hasta el punto que el gobierno lleva progresivamente reduciendo el gasto en prestaciones sociales, no porque hayan encontrado trabajo, sino porque se han convertido en parados de larga duración y muchos han agotado su ayuda.
Motivos sobran para que el Día del Trabajador no se convierta en una fiesta, sino en una jornada reivindicativa. Volvemos a una tasa de paro del 21%. Hasta un 45% de los desempleados han sido abandonados por el Estado del que no reciben ningún tipo de prestación cuando directamente no existe trabajo en un mercado laboral que no ofrece ninguna oportunidad. O hasta el 16% de los trabajadores son pobres, aunque tengan un empleo.