Quedarse en paro en España sigue siendo una putada. Si eres mayor de 35 años, aunque, se sufra una tasa de desempleo menor, es muy difícil volver al mercado laboral. Encima, las mujeres tienen que superar un obstáculo más, simplemente, su índice de actividad es menor. Tampoco, se puede confiar en la tasa de cobertura social. Hasta el punto que el gobierno lleva progresivamente reduciendo el gasto en prestaciones sociales, no porque hayan encontrado trabajo, sino porque se han convertido en parados de larga duración y muchos han agotado su ayuda.
Poco se habla del paro juvenil en España, teniendo en cuenta que los resultados de la última Encuesta de Población Activa, referidos al último trimestre de 2016, arroja una tasa de desempleo entre los menores de 25 años del 42,93%. Ni siquiera, cuando superaba el 50%, por ejemplo, en abril de 2015. Un auténtico drama para ellos y sus familias, que ante de la falta de expectivas se ven obligados a emigrar, dejar su vida atrás, en busca de una oportunidad incierta, o directamente renunciar a independizarse.De eso no hay duda, pero, tampoco, se clama por otro de grupo de edad que suele quedar fuera de las escasas políticas activas de empleo, los mayores de 35 años.
Quienes ya no pueden, ni siquiera, conformarse con un trabajo de becario ni, tampoco, con su sueldos. En ellos, la experiencia se ha convertido un problema, no quieren pagar lo que valen. Y no son vistos con buenos ojos por las empresas, al no considerarlos manejables. Tienen criterio propio, y eso es un problema para un mal jefe.
Encima, las trabajadoras tienen que vencer un obstáculo más, muchos empresarios creen que podrían quedarse embarazadas. Podrían convertirse en un lastre para la empresa, y si ya los tienen, darán por hecho que ellas faltarán más al trabajo o regalarán menos horas, puesto que tienen que cuidar a sus hijos si enferman, como si estos no tuvieran padres.
Por contra, en algunas empresas preferirán contratar a hombres con descendencia. Estiman que serán más responsables que sus compañeras, al no ausentarse del trabajo para llevar a sus hijos al médico, por ejemplo. Para los hombres es una cualidad positiva y para las mujeres, algo negativo. Por eso, analicemos los datos del mercado laboral y veamos si su cumplen o no estas premisas.
Según, los datos del Instituto Nacional de Estadística, en este último trimestre de 2016, las mujeres de entre 35 a 4o años sufren una tasa de paro de 8 décimas superior que al siguiente grupo de edad. El gran salto se produce entre las de 45 a los 55 con más un punto de diferencia. Son las que más sufren el paro, a pesar de que ya no es problable de que se queden embarazadas. Pero, hay empresarios que creen que son mayores para desempeñar determinados puestos de trabajo.
Si miramos las series históricas, 2013 fue el año donde las mujeres de entre 35 a 40 años fueron las más perjudicadas por la crisis, rozaron el 25% de la tasa de paro. Poco a poco ha ido cayendo hasta un intolerable 18%, y las de entre 40 y 45 años de un 24% a un 17%.
Mientras tanto estudiemos la evolución del paro masculino. Para empezar en ningún momeno su tasa de paro ha alcanzado valores tan altos como el de las mujeres, ni siquiera en 2014 que en los varones de entre 55 a 60 años rondó un 22,5%. En la actualidad, para el mismo tramo entre 40 y 45 años hay una diferencia de 4 puntos. En otro de los tramos complicados para encontrar trabajo,entre los 45 y los 55 la brecha es aún mayor, ronda 5 puntos de diferencia en perjucio de las mujeres.
Sea como sea, si la media, según los datos de la EPA, está en el 18,63% sigue siendo demasiado alta. Y el problema radica, es que se han ovidado durante muchos años de incentivar el empleo a estos grupos de edad, de entre 35 a 64 años que quedan en tierra de nadie. De hecho, los datos hablan de que la cobertura social se ha desplomado hasta niveles de 2006. Esto es que a lo largo de 2016 el gobierno gastó 18.640 millones de euros, la menor cantidad desde hace 10 años cuando la tasa de paro era sólo del 8, 26%.
Dicho de otro modo, más de cada 4 parados no cobran nada. Ya que al cierre del año pasado la tasa de cobertura social se colocaba en el 56,6%. Otro mal dato más, los hogares que tienen a todos sus miembrospero rondan el 1.400.0000, de ellos, 344.800 son unipersonales. Directamente es intolerable. Pero, aún puede ser peor, la ong Save Children advierte que unos 800.000 niños viven en este tipo de hogares, en el que todos sus miembros están paro.
Cierto es que el Congreso ha dado vía libre a la aprobación de una renta mínima garantizada para los parados de larga duración, a la que el PP y Ciudadanos se ha opuesto, pero con unos trámites tan largos, y a pesar de la urgencia para estas familias, ni se sabe a ciencia cierta cuando podría ser una realidad.
Así que analizado lo analizado, aunque los jóvenes sufren tasas de paro más altas, lo cierto es que, de momento, quedarse en paro en España sigue siendo una putada para cualquiera. Los mayores de 35 años se convierten en parados de larga duración, si eres mujer aún, lo tienes peor para engacharte, de nuevo, al mercado laboral. Y tampoco, existe una auténtica cobertura estatal o autonómica que les permita vivir con diginidad, mientras que soportan esta triste situación.
Si te ha gustado y quieres colaborar:
O puedes convertirte en un humilde patrocinador, a partir de un dólar: