Casi 8.000 periodistas inscritos como demandantes de empleo
Hasta un 64% son mujeres, a pesar de que las dos terceras partes de los nuevos graduados pertenecen a este género
Acaba de salir a la luz el Informe Anual de la Profesión Periodística de 2016. Un estudio que constata el panorama desolador que encuentra un periodista en paro que intenta abandonar el banquillo. Para empezar, en España existen 7.890 profesionales de la información inscritos en las oficinas de empleo. Representa un 74% más al registrado en 2008, año del inicio de la crisis.
Al igual que en otros sectores, las mujeres sufren más el desempleo que los hombres. Hasta el punto que el 64% de los periodistas contabilizados en paro pertecen al género femenino. Un porcentaje especialmente llamativo cuando las dos terceras partes de los nuevos graduados son mujeres. En consecuencia, existen más periodistas mujeres que hombres, pero nosotras lo tenemos más difícil a la hora de encontrar un trabajo, y ocupamos menos puestos.
Profesionales en paro de verdad por los que nadie recogerá firmas para que vuelvan a la tele, a pesar de que no seguirán colaborando para otros medios o en unos meses volverán con nuevo programa, y no tengan lo suficiente para vivir. No han tenido la suerte de «hacerse famosos», aunque su trabajo sea igual de digno que el de las «estrellitas», incluso, más meritorio porque no disponen de los medios y recursos de las grandes cabeceras. A menudo el periodista del medio local o provincial es, también, el productor, el fotógrafo o el conductor.
Encaminados a que nadie te contrate en nómina
Si bien es cierto, que en este informe realizado por las asociaciones del gremio, se recoge que en el último año se ha recuperado el empleo en un 9% en relación al año anterior.
Pero, no nos engañemos, la razón no está en que se esté contratando, sino que muchos periodistas no les queda más remedio que convertirse en «freelance». Colaborar con distintas cabeceras para intentar llegar a fin de mes sin garantías de que lo consigan, vendiendo piezas informativas a precios insultantes. Por ejemplo, los periodistas españoles secuestrados en Siria, cobraban sus crónicas de guerra a 35 euros.
Pero, siempre puede ser peor. Y algunos compañeros ante la falta de expectativas deciden escribir contenidos comerciales para distintos blogs. Y aquí directamente, la remuneración económica es ridícula. Por ejemplo, menos de un euro por post. Aunque este asunto, merece abordarlo con mayor profundidad.
O te das de alta como autónomo para formar parte de plantillas encubiertas. Es tanta la precariedad y la inestabilidad que las empresas periodísticas no contratan al uso a sus trabajadores.
Tanto se asume esta premisa que hasta el 60% de los encuestados piensa que el futuro del periodismo pasa por ser trabajadores autónomos.
El día a día del periodista con trabajo
Tampoco, están mejor los profesionales con nómina. Hasta un 52,2% de los asalariados considera que el miedo a perder al empleo es uno de los principales problemas de la profesión. Esto se traduce en precariedad laboral.
Tanto es el miedo a quedarse en paro que la autocensura se ha instalado en las redacciones. Un 41% de los periodistas encuestados considera que lejos de encontrar la verdad, su trabajo consiste en ser un mero recopilador de informaciones sin más pretensiones. Dicho de otro modo, meros «loros» que repiten lo que escuchan en las ruedas de prensa.
Otro 36% cree que esta práctica ha hecho menos libre e independiente al periodista que teme que lo despidan por ir en contra de los intereses políticos y económicos de su empresa.
Otro 16% opina que su retribución es mala, pero, al ser una profesión tan vocacional muy pocos denuncian esta cuestión. Ya que no es una de las principales prioridades de los que elegimos esta profesión como medio de vida.
La industria periodística
Una vez visto como se encuentran los periodistas en paro o con empleo queda ver cómo marcha la industria que elabora noticias, como podría fabricar pan o churros, mientras que dé dinero. Ha crecido la inversión publicitaria en un 5% hasta alcanzar los 5.698 millones de euros. Aún sigue estando alejada de los 8.800 milones de antes de la crisis.
El pastel se lo lleva la tele y la prensa digital, mientras que ha decrecido la prensa tradicional y se ha estancado la radio.
Lo curioso de esto es que sólo 20 empresas facturan prácticamente el 75% de los ingresos de las 100 mayores empresas privadas. Entre ellas están las 3 que tienen el 95% de la facturación del sector radiofónico o las siete que facturan el 45% de la prensa diaria. Por lo que cada vez hay mayor concentración de medios, lo que pone en peligro la pluraridad informativa.
En definitiva, cuando uno termina de analizar este informe se queda con un mal sabor de boca. Todo aquello con lo te «comía la cabeza» el profesor de Deontología se queda en palabras huecas, cuando topa con la realidad.
Simplemente, los ideales del periodismo se desvanecen por temor a perder a un trabajo, cuando sabes que no es nada fácil volver al terreno de juego.
Y los que se llaman garantes de la libertad de información y de expresión son empresas que, como las demás, buscan beneficios económicos o, peor todavía, juegan a hacer política en la sombra y con prepotencia, creyendo que ellos saben lo que les conviene a los españoles.
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¿El 67% de los periodistas graduados en los últimos años son mujeres? ¿El 64% de los periodistas en paro son mujeres? ¿»Nosotras lo tenemos más difícil a la hora de encontrar un trabajo»? No he entendido de dónde sale esa conclusión
Gracias por tu tiempo. La conclusión es evidente. Si en las oficinas de empleo público hay más mujeres que hombres inscritos como demandantes de empleo es porque es más frecuente para las mujeres no tener trabajo.