Hasta el 75% de los periodistas españoles reconocen ceder ante las presiones que vienen del poder político y empresarial
España ocupa el puesto 34º en el ranking mundial de la libertad de expresión, elaborado por RSF
Este 3 de mayo es una fecha muy especial, se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, declarado por la ONU en 1993. De esta manera se reconoce que es un derecho fundamental. Hasta tal punto es importante que sin ella no puede existir la verdadera democracia. Es un bien a proteger.
Incluso, cuenta con demasiados enemigos que la atacan. Saben que un buen periodista puede hacer tambalear cualquier poder. Lo demuestra el hecho de que a muchos les cuesta su libertad y hasta su propia vida. Según el Barómetro de Reporteros Sin Fronteras en lo que va de año han sido asesinados 13 periodistas en el ejercicio de su profesión, otros 151 han sido encarcelados junto a 162 internautas y 14 colaboradores en distintos lugares del mundo.
En consecuencia, los malos gobernantes y el poder económico quieren controlarla. Aunque, a veces se les llene la boca de palabras que dicen defenderla cuando ellos son sus propios enemigos. Por eso mismo, hoy es un buen día para profundizar en qué punto se encuentra la profesión y si la libertad de prensa en España goza de salud o no.
Hasta el 75% de los periodistas españoles reconocen ceder ante las presiones que reciben
Una buena fuente para conocer la situación de los periodistas españoles es el informe anual de la Asociación de la Prensa de Madrid. El último corresponde a 2015, y de él se extraen esclarecedoras conclusiones. La primera de ella, hasta el 75% de los profesionales encuestados respondieron que ceden ante las presiones que reciben.
Lo que viene a evidenciar la falta de independencia real de los medios españoles, reconocida, en cierto modo por los propios profesionales. Las presiones vienen de todas partes, tanto del mundo empresarial como el del político. Y no se puede tapar, de hecho, la nota que dan a los españoles al ejercicio de la profesión es de un 4,2 como refleja el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas que recoge este informe de la APM.
Otra de las conclusiones, es el que el paro se ha cebado con este gremio, aunque, como afirma la APM ni siquiera se sabe cuantos son. A finales de 2015, había inscritos en las oficinas unos 8.680 profesionales.
Se teme que muchos no hayan elegido el periodismo como primera opción para buscar trabajo, a sabiendas de que no hay ofertas. Por ende, saben que desde el servicio público de empleo jamás los avisarían para optar a ningún puesto de trabajo. Este número no incluye ni a los que buscan desesperados otras opciones laborales ni a los que tratan de encontrar un primer empleo.
Más 12.000 puestos de trabajo perdidos durante la crisisDe nuevo, las mujeres son las más perjudicadas. Hasta el 64% de los periodistas sin empleo son mujeres frente al 36% de los hombres. Desde comenzara la crisis, la APM afirma que se han quedado fuera del mercado laboral unos 12.200 profesionales de la comunicación. La buena noticia, es que, de momento, no sigue creciendo su número absoluto. Por lo que la sangría podría haberse frenado.
Así la crisis se ha llevado por delante a 214 revistas, 58 digitales, 39 televisiones, 38 diarios, 12 gratuitos, 11 radios y 3 agencias de noticias.
Cada vez más periodistas autónomos, no como elección,
sino porque las empresas no les reconocen sus derechos laboralesTambién, se ha detectado que hasta un 23% de los periodistas son falsos autónomos, trabajan integrados dentro de las plantillas. Y por otro lado, la cuarta parte de ellos han decidido darse de alta a la Seguridad Social ellos mismos, conscientes de que nadie los contratará. Un 65% creen que éste será el futuro.
Es más, muchos periodistas han visto que si quieren seguir trabajando en su profesión tienen que montar su propio medio, porque nadie les dará una oportunidad. La APM asegura que entre 2008 y 2015 se han creado hasta 579 medios de este tipo, de los que han sobrevivido unos 458.
El sueldo de los que está trabajando ha caído hasta en un 17%En cuanto a los que están trabajando, tampoco, les ha ido mejor. Su sueldo ha bajado de media entorno al 17%. Y este dato es para los que tienen «la suerte» de tener un convenio al que acogerse, ya que no siempre es así, en ese caso ni se sabe.
En definitiva, el trabajo diario del periodista en España está marcado por la precariedad, el miedo a perder el empleo que se utiliza como amenaza constante para presionarlo y que manipule en parte o en la totalidad la información que debe trasladar, y con un sueldos cada vez bajos. Eso en la mejor de las situaciones, porque muchos otros están en un paro y tendrán muy difícil salir de él.
En el puesto 34º del mundo
Por otra parte, cada año Reporteros Sin Fronteras elabora su ránking mundial sobre la libertad de prensa. España ha bajado una posición respecto de 2015 y ocupa en 2016 el puesto 34º.
Un descenso leve, ya que podría haber sido mucho peor, si se tiene en cuenta que el año pasado se introdujeron cambios en la legislación vigente que desde distintos ámbitos se consideraron un claro ataque hacia este derecho. Recordemos la Ley de Seguridad Ciudadana o “Ley Mordaza”, la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Nos hemos mantenido en esta posición intermedia porque se han producido importantes caídas en otros países de nuestro entorno, que han amortiguado nuestro descenso. Por ejemplo, Francia ha bajado 7 escalones, y en la actualidad ocupa el puesto 44º o Reino Unido que ha pasado del 34º al 38º. La razón es que el miedo a posibles atentados yihadistas han provocado un recorte en las libertades y se ha extremado la vigilancia.
Aún así, seguimos estando muy alejados de los primeras posiciones ocupadas por otros países europeos como Finlandia, Países Bajos o Noruega donde sí que existe una verdadera libertad de expresión.
De este informe, también, se desprende otra conclusión, cada vez se deja sentir más la presión en las redacciones de las empresas privadas al igual que el de la APM. Visto lo visto, no cabe duda de que se necesita poner el foco en la libertad de prensa, aunque sea un día al año.
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