Poco a poco, vamos conociendo las propuestas de los partidos políticos de cara a las elecciones generales del 20-D. Aunque, los programas todavía en la mayoría de los casos no están perfilados al 100%, pero sabemos que PSOE, Izquierda Unida, y Podemos prometen una renta mínima para los españoles sin ingresos, aunque, cada uno de ellos pone matices y requisitos diferentes. Ninguno habla ya de una renta básica universal. Mientras PP, Ciudadanos y UPYD no terminan de concretar sus políticas sociales.
Sin duda alguna, en la campaña electoral es el momento en el que los partidos políticos tiran sus cohetes para convencer a los votantes. Pero, en este 2015, hemos vivido ya elecciones autonómicas y municipales, y para colmo faltan pocas semanas para las generales. Por lo que prácticamente llevamos sumergidos en un tono mitinero un año.
A esto hay que unirle la irrupción de potentes partidos con opciones. Las encuestas para el 20 de diciembre no dan un ganador convincente, y lo que está claro en ellas es que pronostican que ninguna formación obtendría una mayoría suficientemente fuerte para conformar un gobierno en solitario. En consecuencia, como ya vimos en anteriores entradas, hay demasiado en juego. Ya analizamos las propuestas en materia de creación de empleo, pero, el otro gran pilar de esta campaña serán las políticas sociales que esbocen.
Es curioso comprobar como cada vez que alguna formación de izquierdas ha hablado de una renta básica para los ciudadanos, por el hecho de serlo, y de esta manera garantizar que se cubrirían unas necesidades mínimas para vivir con dignidad, se le tachaba de populista. Hoy en día, casi todos los partidos la incluyen en sus programas aunque con matices. Y del «café para todos» se ha pasado a una renta mínima limitada. Repasemos esta particular puja, que da pistas de las prioridades de cada posible gobierno.
El Partido Popular , «no hay mejor política social que la creación de empleo»
Si navegamos por la web del Partido Popular y entramos en su apartado sobre política social afirman que «no hay mejor política social que la creación de empleo». Y se podría estar de acuerdo con ella, pero, el problema surge cuando no hay posibilidades de encontrar trabajo, cuando nadie ofrece oportunidades a quienes lo están buscando. Para esto, no parecen tener una respuesta.
La traducción real de este mensaje es que no tienen previsto hacer ni proponer nada en concreto en materia de apoyo social destinado a los que están pagando las consecuencias de la crisis, a pesar de que no están logrando recudir el paro en España, con más de 4 millones de españoles registrados, y 5 millones según la Encuesta de Población Activa. Prácticamente son las mismas cifras que con el anterior gobierno socialista.
Y si se habrán firmado un millón de contratos, pero, cuánto han durado. Con tanta precariedad los contratos son de horas o días, y la realidad es que tan sólo han salido de las colas de paro apenas unos 200.000 españoles en los últimos 4 años.
Es más, uno de los informes más recientes de Eurostat afirma que España es el décimo país de la Unión donde menos parados encuentran trabajo, y por ende, es muy difícil encontrarlo. No es solo incorporarse en el mercado laboral, sino en que condiciones.
Lo que han hecho en cuatro años
Por otro lado, si sigues navegando encuentras una entrada donde explican lo que han hecho en cuatro años de Gobierno, cuando el país vive una situación de emergencia social. Nunca la pobreza impactó sobre tantas familias, como apuntan numerosos informes, entre ellos, el de la Red Europea contra la Pobreza, que afirman que 14 millones de españoles viven bajo el riesgo de exclusión social. Casi el 30% de la población vive con menos de 663 euros al mes, una cifra de un récord muy negativa.
Pues bien, con este panorama, nos encontramos, según el propio partido popular, con que en los últimos días aprobaron un Plan para las Personas sin Techo, un Plan de apoyo a las Mujeres Víctimas de Violencia y otro contra la Pobreza Infantil planificado desde 2013 a 2016.
Pero, de nuevo sin demasiado éxito cuando este mismo verano la Fundación Educo alertaba que de unos 200.000 niños en nuestro país no podían comer carne o pescado cada dos días. O dicho de otro modo, uno de cada cuatro niños españoles no tienen una alimentación adecuada, al no disponer sus padres del dinero necesario para ello.
Y de momento, y a estas alturas no han anunciado ninguna medida estrella de protección social de cara al próximo mandato.
Los socialistas lo llaman el Ingreso Mínimo Vital
En cuanto a los socialistas si que prevén en su programa electoral una cobertura para los que no tienen ingresos por su trabajo llamada el Ingreso Mínimo Vital. Su propuesta está dirigida fundamentalmente a los 730.000 hogares sin ingresos y a las 1.847.000 personas que ya han terminado de cobrar su subsidio por desempleo y tienen hijos su cargo, con un impacto sobre 2.300.000 niños. Lo cuantifican en más de 6.000 millones de euros.
En cuanto a las cuantías, desde los 426 euros a los 708, con ayudas por hijos que van desde los 50 a los 150 euros.
Izquierda Unida y su Plan de Emergencia Social
Izquierda Unida va más allá, y ha puesto sobre la mesa un Plan de Emergencia Social basado en once medidas muy concretas. Ya vimos que se comprometían con la creación de un millón de puestos públicos en el primer año de legislatura, aunque, su meta final era que cualquier trabajador tuviera un empleo garantizado por el Estado, si así lo demandaba.
Como su primera meta era sacar del paro a un millón de españoles, y hay cinco millones según Europa, y cuatro, según el Gobierno, mientras que se alcanzará el pleno empleo y para no dejar a nadie desamparado, prometen una Renta mínima garantizada de 529 euros mensuales a dos millones de personas sin ingresos. Los beneficiarios serán quienes tengan ingresos inferiores al 70% del salario mínimo interprofesional, en función de la unidad de convivencia. Calculan que costaría unos 12.600 millones de euros.
Podemos y su doble plan
Se está a la espera de la publicación del programa electoral definitivo de Podemos, prevista para los próximos días. Pero, sí está colgado en su web un avance de las propuestas que lo integrarán. En contraposición con lo ideado por Izquierda Unida tiene importantes diferencias. Además, supone una rebaja en las pretensiones iniciales de esta formación, ya que en un primer momento señalaron que debía ser universal, es decir, para todos sin ningún tipo de distinciones, y ahora tiene sus limitaciones.
De la renta básica para todos en las elecciones europeas han pasado al Plan de Renta diferencial, destinada para todos los hogares con ingresos por debajo el umbral de pobreza. La cuantía inicial se establecerá en 600 euros mensuales para los hogares unipersonales, aumentándose progresivamente en función del número de miembros (35% adicional de la renta garantizada para el segundo miembro, y 20% por cada uno de los siguientes) hasta un máximo de 1.290€.
Y por otro lado, hablan del establecer un complemento para trabajadores con un sueldo bajo. Dicen porque normalmente aquellos que tienen un empleo de horas, aunque, no lleguen ni a un mínimo para vivir no suelen recibir ningún tipo de ayuda a pesar de que la necesitan. Lo llaman la Renta Garantizada y consiste en que todos los trabajadores con empleo, al menos, lleguen a los 900 euros al mes. Para evitar el fraude prevén que sólo tendrán derecho aquellos ocupados que tengan unas ingresos por encima de los 250 euros.
Calculan que de llevarse a cabo tendría un coste de unos 15.158 millones, y el acento lo ponen en lograr la pobreza cero.
Unión Progreso y Democracia aún no ha tenido un pronunciamiento claro
Poco conocemos de las propuestas de Unión Progreso y Democracia, ya que el partido tras el batacazo de las elecciones municipales y autonómicas está sumido en una profunda crisis interna, y eso se nota, por ejemplo, en la información que ofrece su propia página web. En su apartado de propuestas económicas nos encontramos con este párrafo que indica por donde irían sus ideas de gobierno.
"En materia de protección social y lucha contra la pobreza,
proponemos (de nuevo en solitario) la homogeneización de
las rentas mínimas de inserción autonómicas, el último
escalón de la protección, hoy sujetas a notables desigualdades en contra de los ciudadanos de las comunidades con
mayores problemas".
Así que habrá que esperar si a lo largo de la campaña hacen alguna propuesta más en este sentido o sus medidas únicamente girarán entorno a que hay que acabar con las diferencias de entre unas regiones a otras.
Ciudadanos y su complemento salarial para los sueldos más bajos
Finalmente, una de las propuestas estrella de Ciudadanos es su complemento salarial para los sueldos más bajos. Afirman que esta medida llegará a unos 5 millones de familias. Y que en el peor de los casos supondrá un coste para las arcas estatales del 1% del Producto Interior Bruto. Aunque no explican con detalle cuanto dinero real significará para los beneficiados y cual será ese tope.
También, en su web nos encontramos con un apartado de políticas sociales donde hablan de garantizar los medios de vida adecuados, pero, no concreta exactamente en que consiste ese compromiso más allá de esbozar ayudas a las familias.
"Nuestro objetivo es aumentar las cuantías de las
prestaciones de la Seguridad Social por hijo a cargo,
especialmente en el caso de familias numerosas,
monoparentales o con hijos discapacitados.
Igualmente pensamos en introducir un tratamiento fiscal más favorable para las familias, significativamente para las qu tengan hijos a cargo y personas dependientes. Además
promoveremos medidas de conciliación laboral y familiar en
la legislación laboral."
Con lo que en su programa no aparece ninguna prestación específica para las personas que carecen de ingresos, por no tener trabajo. Sin embargo, si se comprometen con las que ya tienen un trabajo precario.
Después de este repaso por lo que conocemos de los programas electorales de los partidos podemos saber cuales son, al menos, las intenciones de unos y de otros. Y si para ellos son importantes o no la inmensa mayoría de españoles que viven sumidos en la pobreza, aunque, no sea la mismo ser pobre en Europa que un país del Tercer Mundo.
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