A lo largo del año pasado, fueron ejecutados 607 personas en 22 países
Entre sus delitos estaban la brujería, la blasfemia o el adulterio, y también, el tráfico de drogas
Desde hace trece años, cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial contra la Pena de Muerte. Una jornada que trata de evidenciar como todavía muchos países la utilizan, como dice Amnistía Internacional como la forma más extrema de tortura.
Y no es para menos por tres razones fundamentales. Muchas de las confesiones llevan aparejada un trato tan cruel que les lleva a aceptar cualquier hecho para acabar con ese sufrimiento. Por tanto, no se garantiza un mínimo para celebrar un juicio justo. La angustia de estar esperando la condena, la muerte, es una de las sensaciones más angustiosas que existen. Y finalmente, en muchas ocasiones no se comunica al condenado ni a sus familiares la fecha de la ejecución, y en consecuencia, no se pueden despedir de sus seres queridos. Como es tanto el secretismo que lo rodea, a veces, ni se sabe donde están enterrados o no se les devuelve el cuerpo.
En este 2015 , se quiere poner el foco en el incremento de las ejecuciones que se han llevado a cabo por delitos de drogas. En cualquier caso, matar a una persona es siempre un castigo desproporcionado.
Como cualquier jornada de este tipo trata de visibilizar un problema que vulnera los derechos humanos más elementales. Profundicemos en esta realidad, a través de los números y datos que han arrojado este 2014, según la información que maneja Amnistía Internacional.
Los números de 2014
A lo largo del año pasado, al menos unas 607 personas fueron ejecutadas. Número que podría ser superior, porque no se incluyen a los asesinados en China, al no facilitar el Gobierno ningún tipo de información al respecto.
Este número arroja una primera conclusión, una reducción del 22% respecto a 2013, cuando murieron en estas circunstancias 778.
La mayoría de las ejecuciones tuvieron lugar en China, Irán, Arabia Saudí, Irak y Estados Unidos. De hecho, la república roja ejecutó a más personas que el resto de los países del mundo juntos, aunque, se desconoce la verdadera magnitud del uso de la pena de muerte en el país.
Fueron en total 22 estados. Es decir, uno de cada 10 países del mundo practicó ejecuciones en 2014. Cifra similar a la de 2013. La otra cara de la moneda es que dos terceras partes del mundo, unas 140 naciones, son abolicionistas, o bien no se contempla en su legislación o bien no se ha condenado a nadie a muerte. La buena noticia fue que, al menos 112 personas que habían sido condenadas, fueron perdonadas en 9 países.
Los condenados a morir
Ahora, nos queda saber el número de las condenas. Ya que esta cantidad suele variar en relación a las ejecuciones, puesto que éste es el primer paso, y los condenados pueden esperar durante años y años el desenlace. En 2014 se registraron, al menos, 2.466 condenas a muerte en 55 países. Esto supone un fuerte incremento en relación al mismo período anterior. En 2013 fueron 1.925 condenas en 57 estados. Amnistía lo explica por la subida experimentada en Egipto, de 109 se ha pasado a 509, al igual que en Nigeria de 141 a 659.
Como ya se ha visto, los condenados pueden esperar la muerte durante mucho tiempo. Tanto es así, que a pesar de las cifras anteriores, en 2014 unas 19.000 personas se encontraban en esta situación.
Métodos elegidos para matar legalmente
En cuanto a las maneras de llevar a cabo estas ejecuciones, las fórmulas preferidas fueron: decapitación, ahorcamiento, inyección letal y arma de fuego. Los informes señalaban que en Irán se ejecutó a unos 14 menores, y en el momento del delito, sin juicio.
Países ejecutores
Año tras año se repite una conclusión. La mayoría de las ejecuciones tienen lugar en los mismos países. Es cierto que cada vez quedan menos países que practiquen ejecuciones, pero, los que las hacen incrementan sus números de forma alarmante. Estos países son China ni se sabe, Irán con más 289 casos, Arabia Saudí con 90, Irak con 61, y Estados Unidos con 35 asesinados por sus leyes.
Curioso es lo que ocurre con Arabia Saudí que ha asumido la presidencia de la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, cuando es segundo país del mundo con más ejecutados del mundo, y toda la comunidad internacional conoce su falta de respeto a la dignidad humana. Castiga, por ejemplo, la homosexualidad o la brujería. Por no hablar de los Estados Unidos, en continua guerra en Oriente Medio y que sigue ejecutado a sus ciudadanos, mientras que dice defender los derechos humanos a ultranza.Paradojas de la humanidad.
Los delitos castigados con morir
Entre tales actos figuraban delitos de drogas en, al menos , 10 países de Asia y Oriente Medio, así como el «adulterio» durante el matrimonio (Emiratos Árabes Unidos), la «blasfemia» (Pakistán), delitos económicos (China, Corea del Norte, Vietnam), diversos delitos relacionados con la violación (Afganistán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, India, Irán), y la «brujería» y «hechicería» (Arabia Saudí).
Se supone que el derecho internacional reserva la pena de muerte para actos muy graves, como el homicidio internacional. Sin embargo, en ninguna de estas condenas se ha cometido. Son tan disparatados como la brujería o la blasfemia o el adulterio, eso sí, por la mujer. Por eso, en este 2015 se ha querido llamar la atención sobre estas «causas injustificadas, si es que existen las justificadas». Se ha detectado que la pena capital se utiliza de forma equivocada para la lucha contra el narcotráfico.
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