Nuevo informe de Unicef donde se alerta que España es el tercer país de la Unión Europea con mayor tasa de pobreza infantil. Únicamente nos superan Grecia y Rumanía. Entre 2008 y 2014 impacta sobre cuatro de cada diez menores, un aumento en tan sólo 6 años de 9 puntos, sin que se hayan tomado medidas efectivas para frenar este elevado porcentaje. Más bien, en los últimos años, se ha recortado las partidas sociales y de protección en 11.500 millones de euros.
Según un informe elaborado por Unicef, titulado «Los Niños de la Austeridad», que ha estudiado el impacto de la crisis en los 41 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), España se ha ganado la medalla europea de bronce por una mayor tasa de pobreza infantil. Las consencuencias de unas rentas bajas impacta ya el sobre el 40% de los niños españoles. En seis años, desde 2008 hasta 2014, no ha parado de crecer hasta alcanzar de lleno a 4 menores de cada 10.
Especialmente, la crisis se ha cebado con los niños que partían de una situación de desventaja. Aquellos que ya vivían en hogares que sufrían de pobreza severa. Un 56% de estos menores son aún más pobres que antes, tienen que vivir 4 personas, (2 adultos y 2 niños) con menos de 700 euros al mes, unos 8.400 al año.
O mejor dicho, el mayor daño se ha producido en las familias numerosas, las monoparentales y los adolescentes que han visto como sus recursos económicos han disminuido. Lo que los deja con menos oportunidades y una peor calidad de vida.
En este documento, también, se ha puesto de manifiesto que el Gobierno ha protegido mejor a los mayores de 65 años que a sus niños. Y critica fuertemente como España no ha puesto en marcha medidas eficaces para frenar esta realidad.
Es más, según datos que maneja el Comité de Unicef España, la inversión en protección social en familias e infancia se redujo en 11.500 millones de euros entre 2009 y 2015.
Por otro lado, los recortes en salud, educación y otros servicios públicos perjudicaron a las familias con hijos. Las estadísticas de pobreza por ingresos enmascaran problemas para acceder a los servicios básicos para el cuidado de los niños, como la sanidad. De hecho, han aumentado las tasas de menores desantendidos médicamente. Aunque, sea gratuita muchos medicamentos están fuera de la cobertura sanitaria, y muchas familias no tienen para comprar un simple jarabe para la tos.
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