Las diferencias de estas dos ramas del Islam aún tienen su eco en el mundo actual. A pesar de que sus disputas tienen su origen en casi 14 siglos atrás. Ambas facciones pugnan por el control político e ideológico de Oriente Medio, y esto viene a complicar más el delicado equilibrio de esta parte del mundo. ¿Quieres conocer quiénes son unos y otros?
En estos días se está informando de la escalada de tensión entre dos países musulmanes, Irán y Arabia Saudita. Se mira a esta parte del mundo con cierta preocupación. Los primeros acusan a su vecino de bombardear su embajada en Yemen. Pero, antes la ejecución de un clérigo chiita en Arabia Saudita donde gobiernan los sunitas encendió el malestar de Irán. Se quemó la embajada saudí, en la capital iraní, Teherán, como represalia a esta muerte.
Hasta aquí, las últimas noticias que proceden de esta zona. Pero, para entender bien este conflicto, hay que saber quienes son los chiitas y los sunitas. Hace siglos el islam se dividió en dos ramas, y este cisma ha marcado el devenir histórico de estos estados.
Quiénes son los sunitas
Al morir el profeta, Mahoma, en el año 632 se plantea la cuestión sucesoria, y este es el origen de esta división. Los sunitas siguen la sunna, la tradición. No sólo tienen que respetar el Corán, el libro sagrado de los musulmanes, sino, también, la colección de dichos y hechos que se le atribuyen. Son partidarios de que la autoridad religiosa la ostenten los compañeros de Mahoma, sahaba. Seguidores, por tanto, de los primeros califas.
La mayoría de los musulmanes siguen sus preceptos. Se calcula que de los 1.500 millones de musulmanes que existen en el mundo entre el 85% al 90% pertenecen a esta comunidad. Podrían ser alrededor de 1.200 millones de fieles.
Pertenecen a esta rama organizaciones terroristas como Al Qaeda, Hamas, los talibanes, Estado Islámico y los Hermanos Musulmanes.
Quiénes son los chiitas
En contraposición están los chiitas, seguidores del yerno de Mahoma. Significa partidario de Ali. Para ellos, la sucesión es un derecho exclusivo de la familia del profeta. Como se ha visto anteriormente, son minoría frente a los sunitas. Se estima que sus preceptos son seguidos entre 150 y 200 millones de musulmanes.
Creen en el poder del ayatolá, líder espiritual con poderes ejecutivos en el Estado, frente a los sunitas en la que no existe esta unión. Lo consideran infalible en todos los asuntos. Los imanes son considerados intermediarios entre Dios y el pueblo frente a los sunitas que no dan tanta importancia a esta figura religiosa.
Esperan la llegada del Duodécimo Imán que se convertirá en líder musulmán, el Mesías. Vendrá para instalar el Reino de Dios en esta tierra de pecado. En su bando tienen a Hezbolá.
Hechos claves actuales que han intensificado el conflicto entre las dos facciones
La lucha entre sunitas y chiitas se remonta a más de 1.000 años atrás. En nuestro tiempo más reciente, hay dos hechos que han reavivado esta llama:
La Revolución Islámica en Irán de 1979. Es el inicio del régimen teocrático chiita en Irán. Lo que contribuyó a desestabilizar aún más la zona.
La Guerra en Irak en 2003. La intervención de Occidente hace que los chiitas lleguen al poder después del régimen sunita de Saddam Hussein. Lo que se convertiría en una bomba de relojería años después.
Cómo se divide el mundo musulmán
Esta profunda división tiene sus consecuencias en el mundo actual. En los países donde dominan los musulmanes sunitas son discriminados los chiitas. Los sunitas más radicales los consideran unos herejes que deben ser eliminados. Como está ocurriendo en Arabia Saudita, principal valedor de esta rama frente a Irán, donde reina el chiismo.
Sunitas: Arabia Saudita, Afganistán, Pakistán, Jordania, Kuwait, Yemen, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Túnez, Catar, Libia, Turquía, Siria.
Chiitas: Irán, Azerbaiyán, Bahréin, Irak, Líbano.
Consecuencias en los conflictos actuales
Tanto sunitas como chiitas están luchando entre sí para dominar políticamente e ideógicamente Oriente Medio. Esto les lleva a enfrentarse directamente en países como Líbano, Irak, Yemen o Siria. Lo que tiene como consecuencia que los esfuerzos diplomáticos a menudo sean baldíos.
Así en el Líbano, la actual situación de este país y su vacío de poder están siendo aprovechados por el chiismo, y Hezbolá está cobrando protagonismo. Mientras, los extremistas sunitas como son los talibanes están haciendo lo mismo en Pakistán o en Afganistán.
La Guerra en Siria o Irak, también, tienen tintes sectarios. De hecho, el dictador del régimen sirio, al-Assad pertenece a una minoría chií frente al Estado Islámico que es sunita. Sin embargo, Sadam Hussein era sunita. Es más, cuando fue condenado a morir en la horca fue encontrado culpable, entre otras cuestiones, del asesinato de 148 chiitas en 1982 o la represión de la rebelión chiita en 1991.
Otro de los puntos calientes es Yemen. Allí los insurgentes son los hutíes que pertenecen a una rama del chiismo. También, opera Al Qaeda en la Península Arábiga, conocida bajo el nombre de Asnar al-Sharia. Estos se oponen tanto a los hutíes como al Gobierno. El escenario se complica aún más cuando en 2004 aparece un nuev grupo yemení dependiente del Estado Islámico.
Por otro lado, entre los distintos grupos del sunismo y del chiismo, también, pugnan por el poder entre sí, aunque, reconocen un enemigo común: el Estado Islámico.
Y por si todo esto fuera poco, conocido es que Arabia Saudita forma parte de la coalición internacional que está bombardeando a Siria para tratar de frenarlos. Tampoco, se puede omitir que Irán lleva años desarrollando un programa nuclear en la zona, que Estados Unidos está tratando de controlar.
En definitiva, se trata de un difícil avispero, con multitud de actores que siembran la violencia continua y donde Occidente, de momento, ha venido aún más a complicar la situación.
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Raquel eres muy linda
Interesante artículo, aunque te recomiendo que le des un repaso lingüístico: hoy día se habla de suníes y chiíes (al igual que se habla de saudíes, no sauditas, e israelíes, no israelitas). El sufijo -ita en estos términos ha quedado relegado a la antigüedad. Hacer periodismo no es solo saber informarse bien; es saber transmitir esa información con precisión y certeza.
Gracias, Carlos por tu tiempo. Me has puesto en duda sobre los gentilicios, y lo he consultado en la Real Academia de la Lengua y se admite de las dos formas, http://www.rae.es/diccionario-panhispanico-de-dudas/apendices/paises-y-capitales-con-sus-gentilicios No obstante, te agradecería si puedes indicarme cual es tu referencia.