Dos mil trece fue un año horrible para el negocio de las salas de cine. Aquel recuerdo infantil del ritual de ir a una sala gigante con una pantalla enorme para ver una fantástica historia de héroes y villanos, comiendo palomitas , es , cada vez más, sólo eso, un recuerdo. En esos doce meses se cerraron 141 salas, y se perdió un un 12,7% del empleo directo del sector. Para hacernos una idea de la dimensión del problema, según recoge la prensa nacional, en los últimos años en Madrid, se apagaron los proyectores de más de 50 salas.
La Fiesta del Cine ha puesto de nuevo al séptimo arte en la palestra. Se trata de una interesante iniciativa para el consumidor, ya que desde hoy hasta el próximo 29 de octubre se podrán adquirir las entradas de los principales estrenos a 2,9 euros. Un precio mucho más barato del habitual, con un descuento por encima del 50%. Hasta aquí, todo fantástico para nuestros bolsillos. Ya que se han adherido unas 3.000 salas de toda España. Y seguro que encontrarás alguna película que ver cerca de casa. Pero, detrás de esta promoción que se esconde. Me temo que los números de la crisis.
Menos cines
Así, han cerrado míticas salas. En la capital del Reino a 16 de junio de 2014 existe una población de 1,2 millones sin cine en su barrio. Tan sólo quedaban abiertas 33 salas. En los últimos años cerraron medio centenar de ellas. La situación no es mejor en el resto del territorio. Por ejemplo, en Pontevedra en los primeros meses de 2013, se procedió al cierre de 8 salas. Por la misma fecha, también, lo hizo el cine barcelonés Lauren Gràcia, lo que evidencia el momento crítico por el que atraviesa el sector. Es más, el año pasado las cifras en taquilla cayeron un 42%.
Negocio
Sigamos investigando si las pérdidas son tan dramáticas como se apunta desde el sector. Según datos europeos, y sí que tienen razón al lanzar las alarmas. El descenso en las recaudaciones se produce en mayor o menor grado desde hace años. Así, para muestra un detalle. En 2012, la recaudación fue un 3,81 menor, lo que se tradujo en 606 millones, al siguiente año, en 2013 fue de de 507 millones de euros, una bajada del 16,3%.
En cuanto a la ventas en taquilla, como es lógico pensar, de nuevo, un descenso progresivo año tras año. De más de 90 millones de entradas vendidas en 2012 a 76 millones en 2013. Por eso, son tan necesarias iniciativas como la Fiesta del Cine.
Las razones
Entre las razones de estos cierres, que nos causan como cierta nostalgia del pasado, está la subida del IVA del 21% en el precio de la entrada, lo que encareció lógicamente el hecho de ir al cine. Como lo calificó el sector fue el gran mazazo que el cine estaba esperando para su caída libre. A lo que hay que sumarle la crisis económica que nos afecta a todos, que ha provocado que el dinero que dedicamos al ocio sea menor, junto a la posibilidad de ver películas on-line gratis, a través de internet. Aunque, no sea lo mismo, pero, los bolsillos vacíos mandan.
Al mismo tiempo, son necesarias inversiones millonarias que las salas tendrían que realizar para adaptarse a los avances tecnológicos. El consumidor es más exigente y espera una gran calidad en las proyecciones. Pero, claro, las empresas tienen cada vez menos ingresos, y tampoco, las financieras les facilitan el acceso a las inversiones. Por tanto, muy pocos cines pueden afrontarlas, y pronto no pueden competir con las grandes salas.
Conclusiones
Y es que la crisis es una pescadilla que a todo muerde. Ya que la cultura es la primera en resentirse cuando la preocupación de muchos españoles es cómo pagar el alquiler o la hipoteca, o cómo conseguir un trabajo. Recortamos tanto en nuestros gastos habituales, que a poco a poco dejas de tener ocio, y si lo tienes cada vez más barato hasta que llega un momento que no las ingeniamos para que sea gratis.
Referencias
(1.) Estudio europeo del consumo de cine (PDF) inglés.
(2). Nota de prensa Federación de Salas de Cine de España