

En el Índice de Percepción de la Corrupción, España tan sólo ha logrado un aprobado alto. Su nota más baja de los últimos 15 años. En el ranking mundial alcanza el puesto 36, pero, en el contexto europeo sobre 28 países se queda en el puesto 18. Muy por debajo de aquellos que logran el sobresaliente como Dinamarca o Suecia.