Con la llegada de las primeras ferias comienzan los espectáculos taurinos, pero, cabe preguntarse si el mundo del toro vive su mejor momento o necesita de las subvenciones para poder sobrevivir. Para contestar a estas preguntas, varios datos. En 2017, ni 1 de cada 10 españoles acudieron a un festejo. Según datos oficiales, de ese mundo sólo viven directamente alrededor de unas 11.000 personas, de ellas tan sólo 277 son mujeres. Aunque, no se sabe con certeza, se calcula que anualmente recibe entre 500 millones y 700 millones de subvenciones.
A escasos días de la celebración de los festejos taurinos de Antequera, la empresa gestora Siglo XXI ha renunciado a su organización. Argumentan «motivos económicos» y dejan la puerta abierta para que no se desarrollen si nadie se hace cargo de ellos. Es más, dicen que devolverán el dinero de las entradas vendidas. El alcalde del municipio, Manolo Barón, ya ha salido al paso, afirmando que habrá toros en agosto como sea, sin explicar cómo lo logrará. Únicamente ha aclarado que la Comisión Taurina marcará los pasos a seguir. Un hecho que ha abierto un pequeño debate local, pero, extrapolable a cualquier rincón de España que tenga plaza de toros, su rentabilidad o si este tipo de espectáculos deben de subvencionarse.
Lo primero que tenemos que conocer son los números de este sector. Y para ello hay que acudir a las cifras oficiales, los de las estadísticas de la Oficina de Asuntos Taurinos, dependiente del Ministerio de Cultura, que corresponden al año 2017, y se publicaron en mayo de 2018.
Ni uno de cada 10 españoles fueron a los toros
Uno de los datos más llamativos de este estudio es el porcentaje de público que acude a este tipo de espectáculos. Representa el 9,5% del total de la población. Dicho de otro modo, 1 de cada 10 españoles acudió a una plaza. Cifra que se ha mantenido estable en los últimos años. Por ejemplo, de 2006 a 2007 supuso un 9,8% o entre 2010 a 2011, un 8,5%.
Dato que nos da idea sobre hasta que punto las plazas están vacías, al representar un porcentaje tan minoritario frente a prácticamente un 90% que no asiste a ningún espectáculo taurino.
Por otra parte, es muy significativo que en la última década haya descendido hasta en un 60% el número de corridas organizadas. De más de 3.000 eventos a menos de la mitad. Y según apunta la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y contra el Maltrato Animal, no es sólo que su número haya bajado considerablemente sino que ahora se celebran hasta en un 80% en plazas de tercera o portátiles. Lo que supone que la calidad entre comillas de los espectáculos está en mínimos.
No es sólo que existan poco aficionados y que se celebren menos corridas, sino que además, tampoco, cuenta con un masivo apoyo social como demuestra la información difundida por Europa Press en enero de 2016. Recogían los resultados de una encuesta realizada por Word Animal Protection donde se afirma que hasta un 84% de los jóvenes españoles no se sienten orgullosos de vivir en un país taurino. Y añaden que en tan sólo 3 años ha perdido un 30% de sus apoyos entre la población más joven
Desde la Fundación FAADA, Fundación de Asesoramiento y Acción de la Defensa Animal, se apuntó en una carta de protesta dirigida al Defensor del Pueblo Enrique Múgica que un 72,1% de los españoles no tenía ningún interés en los toros. Recogían datos de una encuesta realizada en 2008 por la empresa Gallup.
Un sector del que viven unas 11.000 personas, de ellas tan solo 277 son mujeres
Ya hemos visto los números que señalan que cada vez existen menos aficionados. Pero, qué ocurre con los profesionales del sector. Según las estadísticas oficiales su número se mantiene estable desde los últimos años. Aunque, no es una cifra importante. Son unas 11.000 personas las que están inscritas en su registro. De ellas, tan sólo unas 277 son mujeres, el resto son varones. Un sector que si lo comparamos con otros es muy simbólico. Por ejemplo, el número de trabajadores de la hostelería, según la Encuesta de Población Activa de este último trimestre, es más de 1.500.000 personas.
No se sabe con certeza cuanto dinero público reciben, algunas fuentes hablan de unos 600 millones, otras de 25 millones
Finalmente, queda por saber cómo se financia el negocio del toro. Es muy difícil averiguarlo. Se supone que cuenta con subvenciones, al ser catalogado como cultura. Según, el diario la La Vanguardia que recoge un estudio de la Universidad de Extremadura de 2013, el Estado aportaría la cantidad de unos 30.000 euros para el Premio Nacional de Tauromaquia. Esta misma fuente asegura que en total entre las administraciones regionales, diputaciones y ayuntamientos reciben unos 25.500.000 euros.
Una cantidad ínfima a su criterio si se compara con el cine u otras actividades culturales. Pero, no parece un estudio muy fiable cuando no tuvo en cuenta que sólo de la Unión Europea recibía unos 130 millones de euros anuales, según recogieron diversos medios por aquellos días. Si bien es cierto, que en mayo de 2018 a propuesta del Partido Animalista Holandés, el Parlamento Europeo aprobó dejar de subvencionarlos, y que ya no recibieran más ayudas de su parte.
Sin embargo, otros colectivos, que defienden la vida del toro, hablan de entre 500 y 700 millones anuales, por ejemplo, Asociación de Veterinarios Abolicionistas. Incluso, FAADA calculó que a cada familia le salía una media de 47 euros al año. En consecuencia, a falta de fuentes oficiales no se puede establecer una cifra fiable.
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