Las víctimas de los incendios forestales

Con el verano no solo llegan las olas de calor o la playa, sino, que nos acompañan los incendios forestales. Sus números son terribles. Por ejemplo, en una década murieron en España 68 personas en las labores de extinción, causaron más 560 heridos. Hasta un siglo tarda un bosque en volver a ser lo que fue. Nos cuestan cada año 1.800 millones de euros. Según los últimos datos, tan sólo había 8 pirómanos en prisión.


 Llega el verano  y con él las catástrofes medioambientales. Me refiero a los incendios que calcinan miles y miles de hectáreas de nuestro monte. Es desolador el daño que causa el fuego al hogar de muchas de nuestras especies autóctonas, únicas en el mundo. Incluso, por desgracia, no sólo se cobra la vida de  los árboles, sino que en determinadas ocasiones, también,  humanas. Por eso, pretendo realizar un balance de víctimas del fuego, en la mayor parte provocado por el hombre.

Las víctimas en los incendios

Hagamos una primera valoración del daño que han causado los incendios en España. Según la prensa, desde el año 2000 hasta agosto de 2012 fueron 67 personas  las que fallecieron en la extinción de un fuego, de los que solo uno era miembro de la Unidad de Emergencias del Ejército.

El momento más terrible se vivió cuando once personas perdieron la vida en la extinción de un fuego declarado en el municipio de Riba de Saelices en Guadalajara, el 17 de julio de 2005. La causa del siniestro fue una barbacoa mal apagada.

El peor año fue sin duda, el 2005 cuando incluidas estas  víctimas murieron en total 17 personas. En 2009, perecieron nueve, las mismas que en 2011, mientras que fueron siete fallecidos en 2000; cinco, en 2010, y cuatro en 2002 y 2003. El único año en el que no se registró ninguna víctima mortal fue en 2008.

bomberos

En otro estudio de la Universidad de Alcalá con datos del Ministerio de Agricultura hablan que desde 2001 a 2010 en total los fallecidos en extinciones fueron 68 personas, y resultaron heridas, 566

 

Número y evolución de los incendios

En cuanto al número medio de incendios que se producen en España al año, en la última década, ha girado entorno a los 15.486 siniestros. Han calcinado prácticamente unas 117.000 hectáreas de superficie forestal anual. 

Si observamos su evolución, desde 2004 a 2014,  poco a poco se ha ido reduciendo su cifra desde el mayor pico que se vivió en 2005. Se superaron los 25.ooo siniestros, incluyendo los conatos. La frontera está en que se considera conato si arde menos de una hectárea, y si superan los 10.000 metros cuadrados, entonces se habla de incendios. Pero, aún así son demasiados.

El año pasado, sufrimos 2.950 incendios que junto con los conatos quemaron más de 46.000 ha, de ellas  11.035 pertenecieron a zonas boscosas y 26.975 a monte abierto y matorral. Una auténtica desgracia ecológica que cada verano se intensifica. 

Impacto en el medio ambiente

El daño medioambiental que produce un incendio forestal es tremendo. Según, la FAO, la Organización  de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, las consecuencias sobre los ecosistemas son demoledoras. A escala mundial son una fuente más de emisión de dióxido de carbono, lo que contribuye al calentamiento global de la Tierra, pero, es que, además, entre los mayores perjudicados están los habitantes animales que han perdido sus casas.

«Éste puede tener efectos devastadores sobre las especies forestales de vertebrados e invertebrados, no sólo porque les causa la muerte directa, sino también porque provoca efectos indirectos más duraderos como estrés y desaparición de hábitats, territorios, cobijo y alimento.»

Y dentro de los damnificados, los que más sufren son los mamíferos y las aves

» Los incendios provocan el desplazamiento de aves y mamíferos, lo cual puede alterar el equilibrio local y en última instancia la pérdida de vida silvestre, dado que los ejemplares desplazados no tienen lugar al que dirigirse».  

 

Sobre la vegetación, los incendios producen un efecto curioso, por un lado contribuyen a limpiar las especies  más débiles y en descomposición. Es una forma de regeneración. Pero, por otro lado, se interrumpen los ciclos naturales de crecimiento y pueden desaparecer plantas y árboles nativas, a favor de ejemplares invasores capaces de sobrevivir en un suelo quemado.

No acaba aquí la cosa, según Greenpeace, los balances hidrológicos son profundamente alterados. Se reduce la cubierta vegetal, que actuaba a modo de paraguas cuando llueve, y por ende, la superficie se erosiona.  Pierde nutrientes y fertilidad. Gracias a las cenizas y restos  calcinados el suelo se vuelve más impermeable, se compacta, lo que evita que el agua se filtre y por tanto, el suelo es más seco y sufren, también, los acuíferos subterráneos.

Tampoco, nos podemos olvidar de que cuando llueve al tratarse de suelos muy erosionados estos restos son arrastrados hasta los ríos, que acaban contaminados, con  una peor calidad de sus aguas.

Un incendio es un ataque para los ecosistemas y la biodiversidad. Autor: Bushfire
Un incendio es un ataque para los ecosistemas y la biodiversidad. Autor: Bushfire

 En definitiva, las llamas impactan sobre el aire, el agua, la vegetación, la fauna, y los suelos, y por desgracia, en alguna ocasión, sobre la vida de las personas que acuden a combatirlo y de sus familias. Cambia radicalmente el paisaje de la zona, incrementándose el riesgo de transformarse en un desierto.

Las pérdidas menos importantes

Cada año, según WWF los incendios forestales nos cuestan 1.800 millones de euros, entre las pérdidas, la prevención, las actuaciones para apagarlos y las medidas de reforestación.

Porcentaje de incendios intencionados

En cuanto,  al porcentaje de incendios que tienen detrás la huella del hombre es el 96%, según los datos de la ong WWF. Los demás se deben a causas naturales como la caída de rayos. Pero, hay más, un 55% de los fuegos son intencionados, y un 23% se producen por negligencias o accidentes. En ellos, se suele quemar hasta el 60% de la superficie afectada.

Hasta el 96% de los incendios tienen detrás al hombre. Autor: bertknot
Hasta el 96% de los incendios tienen detrás al hombre. Autor: bertknot

Detenidos por iniciar un incendio

Pocos datos se conocen sobre el número de personas detenidas por iniciar un incendio, bien de manera imprudente o por hacerlo intencionadamente. No existe un registro oficial de pirómanos, sino únicamente los casos que va registrando la prensa.

Aún así, en septiembre de 2013 ABC publicaba una información donde se hablaba de que en las cárceles españolas en esos momentos había  hasta 218 presos por causar incendios de todo tipo, pero, sólo 8 lo estaban por quemar el monte, otros once estaban cumpliendo con servicios a la comunidad. Se basaban en los datos de Instituciones PenitenciariasFrente a los números de la Guardia Civil, detuvieron a 34 personas y habían imputado en ese año a otros 140 por esta razón.

Lo que sí se sabe a ciencia cierta es  que una de las mayores penas impuesta a un pirómano ha sido la de 17 años de prisión por  provocar 24 fuegos en Mallorca y Menorca durante el verano de 2012.  Se enfrentaba a una petición de 78 años por parte del ministerio público, pero, desde el principio reconoció los hechos y colaboró con la justicia.  Se le rebajó considerablemente su castigo. Francisco Javier M.M  fue condenado a  cinco años por cada uno de los tres delitos de incendio con riesgo para las personas más dos años y medio por un delito continuado de incendio, que engloba los 21 fuegos que provocó sin poner en riesgo la vida de ciudadanos. 

Autor: Alexander
Autor: Alexander

 

Minimizar el daño producido es posible

 Lo primero que debemos saber que es el bosque quemado sigue estando vivo, y por eso, los expertos recomiendan esperar a ver si es capaz de regenerarse por sí solo, entre año y medio y dos. Mientras, este tiempo servirá para ir determinando sus necesidades. Es más, en algunos casos la naturaleza puede tardar hasta un siglo en recuperase al 100%, en tener un bosque adulto y frondoso.

En el informe anual de WWF de 2014 se recomienda  intentar proteger el suelo como prioridad, es donde está clave, sobre todo si hay riesgo de erosión o escorrentía. Y posteriormente, repoblar con especies autóctonas, si la vida no llega por sí sola o los objetivos concretados tardan demasiado en cumplirse. 

Al mismo tiempo, este informe recuerda que el  64% del presupuesto destinado a la lucha contra incendios se destina a apagar los fuegos, frente al 23% destinado a evitar que el incendio se produzca y apenas el 13% invertido en minimizar los daños producidos por las llamas.

Con la nueva ley de montes se abre la puerta para construir en un monte quemado. Autor: David Peña
Con la nueva ley de montes se abre la puerta para construir en un monte quemado. Autor: David Peña

La nueva Ley de Montes

Finalmente, hemos visto que había futuro para un monte quemado. Con ayuda un bosque puede volver a florecer, pero, ahora hace tan sólo unos días se ha aprobado la Nueva Ley de Montes del Partido Popular que abre la puerta a que el terreno pasto del fuego puede ser recalificado. Con la anterior legislación estaba blindado durante 30 años, y no se podía actuar sobre él.

Los grupos ecologistas y la oposición tienen claro que este paso atrás pone en peligro nuestra riqueza natural. Permite, en cierto modo, que se construya sobre las cenizas, y se reduzca el espacio que tienen nuestra fauna y flora para vivir. Aún no se puede calibrar como afectará a nuestros ecosistemas naturales estas medidas, que olvidan que ellos, también, tienen derechos.

 

Fuentes y referencias

Datos sobre los incendios del Ministerio de Agricultura

Informe Greenpeace sobre el daño que producen los incendios en los bosques

Consecuencias de los incendios FAO

Fallecidos en la extinción de un incendio

Informe Universidad de Alcalá

Datos de los incendios en España

Qué ocurre con el monte quemado

Informe WWF

Texto Nueva Ley de Montes

 

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