Increíble, del «hemos ganado las elecciones» el Partido Popular ha pasado a ver quien dice la «patochada más gorda» en un tiempo récord. Desde las violaciones a monjas a las nostalgias del Califato de Córdoba.
La semana empezaba con un presidente del Gobierno hablando de los comicios de este 24-M en términos de victoria, porque era la fuerza más votada en estas municipales y autonómicas y aquí no se mueve nada frente al transcurrir de las horas donde el el nerviosismo y las meteduras de pata se iban evidenciando.
La pérdida de 2,5 millones de votos la achacaba a los casos de corrupción que habían saltado a la luz pública en los últimos tiempos, aunque eran del pasado, y a la crisis económica. Pero nada más, afirmaba que autocrítica tenía poca que realizar.
Pues bien, vayamos por partes. En primer lugar que la corrupción sea más o menos reciente eso no quiere decir que no haya responsabilidad penal y política. Siguiendo este argumento endeble, recordemos que Mariano Rajoy Brey lleva en ese mundo más de 30 años, como se reconoce en su biografía oficial, con lo que no es un un recién llegado y ha ostentado altos cargos dentro de su formación.
Por otro lado, tampoco, puede pretender que los ciudadanos borremos de nuestras memorias el pasado más reciente, cuando por ejemplo, cuando fue él quien envió a su tesorero Luis Bárcenas los mensajes de » ánimo». Incluso, a través de sms le pidió, según recoge el diario El Mundo en el 14 de julio de 2013, que negara la contabilidad B de su partido y los «sobresueldos». No han pasado ni dos años.
Incluso, en esta misma semana, el juez De la Mata en su auto afirma que el Partido Popular ocultaba sus verdaderas cuentas desde 1.990 a 2.008. Recae la fuerte sospecha que la caja B sirvió entre otras cuestiones para financiar hasta 6 campañas electorales. En fin, olvidemos la Gurtel o La Púnica, también, de paso.
En cuanto al otro argumento, la crisis, tan sólo dice que a ellos les ha tocado gobernar en uno de los momentos más difíciles de la historia democrática reciente. Y que les ha faltado comunicación. Veamos, seguramente eso será así, pero, no señala que sus medidas están provocando la mayor brecha que se recuerda entre los ricos, unos pocos, y los pobres, la mayoría. Tampoco, admite que su «recuperación» ni se ve ni se siente en la calle, y que todos los indicadores señalan que cada día somos más pobres. De hecho, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, entre 2013 y 2014 se redujeron los ingresos medios de las familias en un 2,3% más, y que el número de españoles en riesgo de pobreza sigue creciendo del 20,4% al 22,2%.
A partir de este análisis del presidente las reacciones se desencadenaron en cadena. Por un lado, las críticas más fuertes no vinieron de la oposición, sino de sus compañeros de partido, y entremezcladas con exabruptos hacia Podemos.
Peticiones de dimisión y bajas destacadas
Entre los primeros díscolos está el presidente en funciones de Castilla y Léon, Juan Vicente Herrera, que le sugerió a Rajoy que se «mirase al espejo» antes de ser el candidato a las próximas elecciones generales. Éste fue el pistolezo de salida.
Casi a la par, el portavoz de la Junta leonesa, José Antonio de Santiago-Juárez, pedía la dimisión del Ministro de Industria, José Manuel Soria, por su mala gestión en las ayudas al carbón, «ha hecho méritos para dimitir o para ser cesado» . Y estas declaraciones se hacían en el contexto de los resultados electorales, al perder los populares la mayoría absoluta que ostentaba desde 1.991.
También, le han llovido críticas desde Canarias, donde es el presidente regional del PP. Le llegaron de la mano de otro de sus compañeros, Manuel Cabrera Pérez Camacho, diputado parlamentario que lo responsabiliza de haber llevado a su partido «al abismo» y añade «tienes que dimitir ya». Asegura que es el sentir de muchos militantes, y para ello enumera sus equivocaciones como la elaboración de sus listas, basadas en amiguismos. Es más, los populares leoneses, los que abrieron este melón, afirman que como responsable canario «ha destrozado» a su partido en las Islas. Se le acusa de arrogante e insensible.
El tono se ha ido elevando, y a estas críticas internas abiertas hay que sumar los que directamente ya piden la dimisión de Rajoy, como los alcaldes valencianos que han sido derrotados por las urnas. Aluden que sus resultados han sido tan malos por sus políticas de recortes con su ley de sostenibilidad presupuestaria. Inaudito que ellos pidan la dimisión del presidente del Gobierno y de su partido.
Mientras tanto, muchos barones regionales han anunciado que no presentarán sus candidaturas en los Congresos previstos. Es decir, abandonan el barco popular. Así, este anuncio lo han hecho destacados dirigentes como José Ramón Bauza de Baleares, Alberto Fabra de Valencia o Luisa Fernanda Rudi de Aragón.
Al mismo tiempo, el destino de María Dolores de Cospedal es incierto, porque no ha conseguido revalidar su mayoría absoluta en Castilla La Mancha, y como todos sabemos es la secretaria general del partido. También, hay voces dentro del PP que piden que sea destituida de ese cargo orgánico, aunque, no directamente. Sin embargo, lo único que hay son rumores en los medios. Algunos aseguran que Rajoy intenta darle una salida digna, y para eso, entre los nombres que se barajan como ministra suena el suyo. No obstante, de momento, ahí sigue.
Los que no aceptan los resultados electorales
Paralelamente a toda está convulsión, las declaraciones de los que no asumen los resultados y que creen que nos encaminamos al apocalipsis han sido de lo más melodramáticas y tremendistas. Han rozado la ignorancia, el absurdo y hasta el patetismo.
La primera fue Esperanza Aguirre que llegó a ofrecer a la tercera fuerza política la alcaldía de Madrid, incluso, aseguraba que su partido era de centro al igual que el PSOE.
Al día siguiente, y tras la negativa de los socialistas de aceptar este pacto habló de un gobierno de concentración, en el que estuvieran todos, incluida la candidatura de Manuela Carmena siempre y cuando cayeran los sóviets que propone en los distritos.
Muchos dentro de su propio partido ya piden una gestora por estos vaivenes de Esperanza Aguirre, lo que valía un día a las pocas horas lo contrario. El aluvión de críticas fue imparable, porque nadie sabía de donde se había sacado lo de los sóviets. No fue la única a la que se le fue la boca, una concejala del PP, Nuria Losada, en su facebook dijo que ahora vendrían la quema de iglesia y las violaciones de monjas.
También, ha dicho algunas perlas el portavoz en el Congreso del PP, Rafael Hernando, como que Podemos quería volver a la España previa al 78. Siendo irónica no sabía que los comunistas le tenían tanto aprecio al franquismo.
Aún así, no fue suficiente, y la ex-ministra de Aznar, Ana Palacio afirmó que Podemos y Ada Colau tenían nostalgia de una arcadia comunista feliz o de Isis del siglo XI. Vinculó a la previsible nueva alcaldesa de Barcelona al Califato de Córdoba o la ultraderecha de Le Pen.
En fin, dicen que las comparaciones son odiosas, pero, aquí se ha pasado tres vueltas y media, como se puede comparar a un partido político con un grupo terrorista sanguinario. En definitiva, sinceramente, su discurso no sólo fue errático sino, también, un sinsentido. Y todo esto ha pasado en menos de una semana, demasiado para digerir. En mi opinión, lo único que veo es una pérdida de papeles total, que no está justificada bajo ningún concepto. Después de esto, cabe preguntarse si ése es el talante democrático del PP.
Fuentes y referencias
Biografía oficial de Mariano Rajoy
Los mensajes de Mariano Rajoy
Contabilidad B del PP
Condiciones de vida de los españoles. INE
Los alcaldes que piden la dimisión de Rajoy
Barones territoriales del PP
Crisis interna del PP