Sectas, tan adictivas como las drogas


Hasta 400.000 personas son víctimas de las sectas en España. Es decir, un 0,8% de la población pertenece a este tipo de grupos, capaces de anular la personalidad y la voluntad de las personas. Según los expertos en la materia, al calor de la crisis han nacido una veintena de nuevas sectas. Aunque no existe consenso en cuanto a su número, los últimos datos hablan que existen sobre unas 350 operando en nuestro territorio, sin contar las satánicas o las derivadas del islam. 


A mediados de este pasado mes de octubre la agencia de noticias Europa Press daba un número, en España  existen entre 300.000 y 400.000 personas que pertenecen a sectas que operan en nuestros país. Éste será nuestro punto de partida, porque detrás de esta cifra se esconden una serie de preguntas, cómo que es una secta exactamente, cómo actúan o cuántas hay. Incluso, si hay personas que por sus características son más vulnerables o no a este tipo de organizaciones.

Autor:Amio Cajander
Autor:Amio Cajander

Qué son las sectas

Lo primero si acudimos al diccionario para definir lo que significa esta palabra nos encontramos con 3 acepciones:

1. Conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica.

2. Doctrina religiosa o ideológica que se diferencia o se independiza de otra.

3. Conjunto de creyentes en una doctrina particular o de fieles a una religión que el hablante considera falsa.

La verdad que no aclara mucho, únicamente, es llamativo que su consideración depende del emisor. Es decir, por ejemplo, los católicos podrían considerar secta a toda aquella creencia que no se ajuste a su doctrina. Y por otro lado, para que exista una secta tiene que haber un grupo de seguidores.

Si hacemos una búsqueda en la red, nos encontramos que hay 314.000 entradas que tratan de definir exactamente que es. La discusión está servida porque no para todos los expertos la palabra secta  significa igual.

definicion

Está claro que es  un término  ambiguo,  que da pie a la subjetividad.  En verdad, lejos de estas cuestiones semánticas, lo que nos preocupa son las denominadas sectas destructivas. El doctor en psicología de la Universidad de Barcelona, Pepe Rodríguez,  las define como:

«Como aquel grupo o dinámica grupal que en su captación o adoctrinamiento utiliza técnicas de persuasión  coercitiva que propicien la destrucción de la personalidad previa del adepto o la dañen severamente.»

También, añade que se rompen los lazos afectivos y de comunicación con su entorno social habitual y consigo mismo.

Este profesor con más 25 años de experiencia en este campo relaciona secta con adicción, y habla de sectadependencia. Va a más allá,  concluye que sus efectos son tan nocivos  sobre el individuo, adepto, como los de que cualquier droga. Recoge para ello las palabras del especialista,  Rozanne W. Faulkner, sobre las adicciones, incluyendo «sustancias» o «proceso», con la vista puesta en la dinámica de las sectas:

«Un trastorno serio y progresivo que implica la autoadministración repetitiva de una sustancia o un proceso para evitar las percepciones de la realidad a través de la manipulación de los procesos del sistema nervioso»

Habla de que, en consecuencia,  se produce un daño en el equilibrio del funcionamiento bioquímico del organismo . Incluso, de una pérdida de habilidad para relacionarse con el mundo exterior.

Es decir, que la pertenencia a determinadas sectas no es un problema mundano, sino muy grave, que necesita de un enfoque serio.

Auto: José María Mateo
Auto: José María Mateo

 Decálogo de los grupos sectarios

Visto lo visto, ya sabemos que las sectas pueden conducir a sus adeptos a sufrir un grave deterioro psicológico, social, familiar y hasta económico. Por eso, el siguiente paso será determinar las  características de estos grupos que tanto poder ejercer sobre sus adeptos.

Para empezar, todas tienen en común su Autonomía. Es decir, rechazan los valores sociales establecidos. Son sustituidos por los de la comunidad. Así se conservan puros, salvados, perfectos. Y por supuesto, poseedores de la Verdad Absoluta.

Salvacionismo,  esto es los que están dentro son los elegidos para una vida eterna mejor. Tan sólo ellos conocen la verdadera revelación de Dios.

Fraternidad y culto emocional. A través de esa hermandad entre los miembros, unos cultos pasionales, llenos de cantos, y testimonios de sus experiencias van creando una dependencia del líder o del grupo.

Militarismo voluntario. Se entra libremente, aunque, en posteriores etapas del adepto no es fácil escapar de ella. Es necesario estar dispuesto a realizar sacrificios y vivir conforme a unas fuertes normas éticas.

Exclusividad. Una entrega sin condiciones al grupo, por encima, de familia, de amigos, de todo. No quieren contaminarse con el mundo al que califican lugar de tinieblas.

Temor y Moralismo: Frecuentemente no actúan por amor, sino por miedo a la condena eterna.

Autoritarismo y Obediencia. Fe ciega en el grupo o en el líder que los conduce a la perfección.

Perfeccionamiento Individualista. Tan simple como que les ofrecen al adepto una vida eterna feliz, para ello, no hay que contaminarse con los placeres de la vida terrenal. Todo lo placentero es malo, y por tanto, te sobran las riquezas, el lujo…El mundo es perverso, y por tanto, está condenado.

sectas
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Perfil del adepto

Para saber cuál es el perfil de la persona que está dentro de un grupo sectario, volvamos al profesor Pepe Rodríguez, convertido en esta ocasión, en experto de cabecera. Es claro. Cualquiera puede entrar en ellas, lo único es que deben contactarnos en el momento adecuado. 

Por su parte, el sacerdote diocesano de Zamora, Luis de Santamaría del Río, confirma lo dicho anteriormente, pero, añade que ese momento de crisis existencial suele producirse por norma general sobre los cuarenta años. Ofrecen a las víctimas aquello que necesitan oír, en un momento «delicado» y que los hace más vulnerables a estos mensajes.

Número de adeptos en España

Lo que enlaza con una información publicada por el Observatorio de la Laicidad el 6 de septiembre de 2011 donde hablaba del mismo número captadas por las sectas en España que en la actualidad, exactamente, 370.000 personas. Incide en que las sectas han crecido  al tiempo que la crisis ha disparado el paro,  la desigualdad y la desesperación de muchos ciudadanos. 

Es decir, el 0,8% de la población están sometidas por alguna de estas organizaciones. Advierten, además, que han cambiado en cuanto a su apariencia, pero, no en cuanto a sus objetivos, dominar al individuo y obtener su dinero y poder.  

Cómo actúan los grupos sectarios

 Autor: Farfahinne via photopin cc
Autor: Farfahinne via photopin cc

Para captarte se sirven de alguien que ya esté dentro como un amigo o un cebo atractivo como un empleo.  Sus métodos son muy variopintos y estudiados. Recuerdo el caso cercano de una secta que a los niños de barrio les ofrecía meriendas entre juegos y juegos para su posterior captación. En principio, una acción sin maldad, pero que alertó a los padres quienes consiguieron que finalmente se marcharan de la zona.

 Poco a poco te van introduciendo, sin caer en la cuenta de ello, incluso, algunas de ellas emplean multitud de informes que les da la razón. Por ejemplo, la Cienciología, condenada por estafa en Francia. Todo lo vale. La víctima tan sólo se da cuenta de ese control cuando sale de esa maraña de confusión.

350 sectas activas

En las Jornadas sobre «la realidad de las sectas y la nueva religiosidad» organizadas por la Conferencia Episcopal y celebradas este mismo año se afirma que hay 350 sectas, derivadas del  cristianismo, actuando en nuestro país.  Pero,  quedan por contabilizar los grupos satánicos, estimados en unos 70, las islámicas, o las derivadas del vudú, de las cuales no se disponen de datos oficiales.

Sigamos buscando. En 2011, el Observatorio de la Laicidad divulgaba otros datos, muy diferentes. Decía que estaban operando unos 100 grupos, a los que se podía sumar otros 40 que no estaban muy claros.  Citaba como fuente la Asociación Internacional de Estudios Sectarios. También, afirmaba que desde comenzó la crisis hasta esa fecha habrían nacido una veintena de sectas nuevas, no sólo vinculadas a dios, sino a la sanación, la autoayuda o autorrealización personal.

Autor: Edmundo Magaña
Autor: Edmundo Magaña

En cuanto los grupos satánicos,  alertaba su número estaba creciendo. Los Cuerpos de Seguridad del Estado tenían localizadas al menos 61 sectas de este tipo, un 35% más que hace 10 años y casi el doble que hace 20. Reunirían a más de 150.000 personas, según fuentes policiales.  Entre sus prácticas: sacrificios de sangre, robo de cadáveres, ritos sexuales, magia negra, vudú, canibalismo, extorsiones y acoso a los adeptos.

En conclusión, no podemos determinar un número exacto y concluyente, pero, sí sentenciar de que es más frecuente de lo que intuimos inicialmente. La dificultad está en que prácticamente no existen denuncias, y la víctima no es consciente de que lo es. Además, es difícil demostrar para un abogado que se ha cometido un delito, cuando  es un acto  voluntario donde el adepto ha querido  donar parte de su patrimonio. A no ser que se esté incurriendo en otros tipos de delitos como el abuso a menores u otras cuestiones más escabrosas.

Casos más significativos

Autor. Arjan Veen
Autor. Arjan Veen

A estas alturas,  ya hemos llegado a la conclusión de que las hay para todos los gustos y creencias. Una de las sectas más curiosas y no por ello menos perniciosa es la del Palmar de Troya. Llegó a santificar al dictador Franco.

Entre las sectas más absurdas, está los «Defensores de Cristo». Su líder Ignacio González de Arriba, un español, que operaba en México,   ofrece compartir entre sus seguidores compartir 343 poderes. Entre ellos, ir y volver del cielo y del infierno, crear un corazón nuevo o tener una fuerza superior a la de Sansón. Casi nada. A parte de la locura,  estafó a una enferma 120.000 pesos por una curación que nunca llegó.

La Iglesia Nueva Generación Internacional dentro de sus ritos roció con aceite y jugo de uva 23 piezas arqueológicas de 3.000 años de antigüedad.

Las más mortales

Lo peor es que las hay, también, autodestructivas. Aquí, al final la pertenencia a la secta se paga con la vida. De vez en cuando saltan a los medios terribles historias. En 1997, ante la llegada del cometa Hale-Bopp, el líder de las Puertas del Cielo, Applewhite,  convenció a 38 de sus seguidores a suicidarse  de manera que sus almas subirían a una nave espacial que ellos creían que se encontraba detrás del cometa. Y así lo hicieron, los 39 cadáveres fueron encontrados en un rancho de Santa Fe (California). Este hecho conmocionó al mundo.

Pero, ha habido más suicidios colectivos, por ejemplo, 800 seguidores, entre ellos 80 niños,  de la secta «La Restauración de los Diez Mandamientos», liderada por Joseph Kibweteere se encerraron en su iglesia, tapiaron las ventanas y se prendieron fuego en marzo del 2000, en Kanunga, Uganda.   Así nadie se podría arrepentir y huir.Creían que la Virgen se les iba a aparecer y los llevaría al cielo.

De momento, ninguna ha superado el penoso récord del Templo del Pueblo. En 1978,  en la  Guyana murieron  914 personas, lideradas por el estadounidense Jim Jones. Habían acabado con su vida ingiriendo cianuro.

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Jim Jones, responsable de la Tragedia de Jonestown

Otra de las sectas más peligrosa de la historia, la de David Koresh. En 1993,   sus  88 seguidores murieron en el incendio de la fortaleza de Waco (Texas). Un año después, la Orden del Templo Solar, 53  fanáticos se quitaron la vida. Los cadáveres carbonizados presentaban orificios de bala y huellas de inyecciones. Se habla de un suicidio colectivo, pero algunos de sus miembros pudieron ser asesinados.

Autor: thierry ehrmann
Autor: thierry ehrmann

También, sobrecogió a la opinión pública el caso de  la secta Aum Shinrikyō. Cuando decidieron atacar el metro de Tokio con un  gas venenoso. Murieron 12 personas y alrededor de 1000 resultaron heridas. Fue el mayor ataque de una secta contra personas ajenas a ellas.


La conclusión final a la que llego es que es un fenómeno preocupante y   complejo, al de que debemos prestar atención.   Sus  consecuencias sobre la víctima son atroces, destrozan familias y vidas literalmente. Sin embargo, no son vistas como lo son, organizaciones delictivas que anulan al adepto que cae sobre su red. A veces son vistas como grupos de locos y nada más, cuando en realidad son un negocio donde un loco-cuerdo  juega con la vida de las personas. Terrible.



Fuentes y referencias

(1.) Red Iberoamericana

(2.) Datos del Observatorio de la Laicidad

(3). Sectas peligrosas

(4.) Preguntas frecuentes sobre las sectas

(5.) Características de las sectas

(6.) Atención y Estudios de Sociopatías

(7.) Actualidad de las sectas

(8.) Sectas de la A a la Z

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