El 64% de los periodistas asesinados no estaban en países con conflictos

El  97% de ellos eran profesionales locales

En este 2015 el ejercicio del periodismo ha costado la vida de 88 personas en el mundo

Según Reporteros Sin Fronteras, el derecho a la información ha sufrido dos claros ataques por parte del actual Gobierno en funciones, con la Ley Mordaza y con la de Enjuiciamiento Criminal

Ser periodista en mayúsculas, te puede costar la vida. Lo atestigua el último informe anual de Reporteros Sin Fronteras, publicado esta misma semana. Hasta  63 periodistas  han muerto por el ejercicio de esta profesión,y otros 40 profesionales han sido asesinados sin que se conozca aún el motivo.  A estas cifras, se han de sumar las muertes de 19 ciudadanos que ejercían el denominado periodismo ciudadano  y 6 colaboradores de medios. En total, 88 personas confirmadas que han dado su vida por la libertad y el derecho a la información.

La novedad de  este 2015 es que hasta el 64% de estas muertes se han producido en países que no están en conflicto. Un dato sorprendente, la lógica indicaría que la mayor violencia se llevaría a cabo  en zonas de guerra. Sin embargo, no ha sido así. La razón, apuntan los autores de este informe, está en matanza  del  Charlie Hebdo, con el tiroteo a 13 personas, incluido en un policía.  Este hecho inclinó la balanza hacia países en paz.

Aunque, los lugares del mundo donde los informadores están más expuestos siguen siendo Siria e Irak. Arrojaron un saldo atroz de 17 y 11 periodistas muertos, respectivamente. 

Otro dato significativo es que de los periodistas asesinados  el 97% de ellos eran profesionales de la zona, periodistas locales. Al igual que el porcentaje de los secuestrados  que alcanza el 95% y hasta el 75% de los desaparecidos. 

Por otro lado, en este 2015, también, volvieron a repetirse los secuestros. Hasta 54 periodistas secuestrados por grupos armados como el Daesh, Al Nusra o Al-Qaeda. Entre ellos, tres informadores españoles,  Antonio Pampliega, Angel Sastre y José Manuel López. Llevan retenidos desde julio. Entre los países con más secuestros siguen estando  Siria e Irak junto a Yemen o Libia.

El yihadismo, uno de los principales enemigos de la libertad de expresión

En dicho estudio, también, se destaca como el fundamentalismo religioso se ha convertido en uno de los principales enemigos del periodismo. Por un lado, los yihadistas ponen bombas en los medios de comunicación o en los vehículos de los profesionales. El avance de estos grupos en Somalia, Nigeria o Burundi, tampoco, se lo ha puesto fácil al periodismo. 

En países como Irán o Arabia Saudí, Bangladesh, India o Pakistán se les encarcela, se les censura, se les encarcela o se les  castigan con latigazos por ser independientes. 

Al mismo tiempo, ha traído un efecto colateral en los países  de corte más democrático. Ha servido como excusa para recortar el derecho a la información, por ejemplo, en Turquía, Ucrania, Rusia o Francia. 

La impunidad de los agresores y verdugos, otro de los enemigos

En Latinoamérica el enemigo de la profesión es otro. Es la impunidad de los agresores, junto a algunos dirigentes políticos que no dudan en desprestigiar y señalar a los medios que no le son afines.

Cuatro países siguen estando la cabeza entre los más sanguinarios del continente para el ejercicio del periodismo: México, Brasil, Honduras y Guatemala. Sumaron 21 periodistas asesinados, a los que se añaden numerosos ataques violentos y amenazas de todo tipo contra la libertad informativa.

El narcotráfico y su alianza con el poder son los culpables de este trágico balance, de ahí la impunidad. Murieron hasta 8 periodistas mexicanos y 7 brasileños por informar, por ejemplo, de la prostitución infantil. En Honduras hasta 4 periodistas fueron ejecutados por asesinos a sueldo, y en Guatemala, otros dos más.

También, es reprochable la actitud de determinados Jefe de Estado como Rafael Correa, Juan Orlando Fernández o Nicolás Maduro que no dudaron en contribuir con sus palabras a un clima peligroso de censura o impunidad contra estos ataques a la libertad de información. 

En España, cada vez más frente abiertos

En nuestro país, la libertad de información ha contado con varios ataques, aunque, todos han sido enviados por el mismo enemigo, el partido del Gobierno con la aprobación de dos nuevas legislaciones muy polémicas, y que han levantado ampollas entre los profesionales de la comunicación. 

En marzo de 2015, quedó aprobada definitivamente la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como «ley mordaza» por sus disposiciones restrictivas para la libertad de información, expresión y manifestación. Sanciona, entre otras cuestiones, la toma y difusión de imágenes  de agentes de las fuerzas de seguridad, con multas que van desde los 600 hasta los 30.000 euros, tanto para periodistas y medios de comunicación como para ciudadanos. Lo que dificulta la labor informativa sin  ningún tipo de disimulo.

Y en junio, se aprobó una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que atenta contra el derecho a la libertad de prensa al impedir tomar imágenes  de los detenidos durante su arresto o en los traslados que se produzcan, un material considerado esencial a la hora de informar. Lo que, también, ha levantado la sospecha de Reporteros Sin Fronteras, al ser el Partido Popular uno de los más afectados por los casos de corrupción. 

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