Estamos en campaña, aunque falten semanas para su inicio. Poco a poco vamos conociendo lo que distintos partidos políticos tienen que ofertar a los ciudadanos en sus programas electorales, sobre todo, en materia de empleo. En esta ocasión, profundizamos en las propuestas de populares y de Izquierda Unida, medidas muy distintas entre sí, desde un millón de puestos de trabajos de partida hasta los 2 millones en total del PP.
Estamos en plena vorágine de campaña electoral, aunque, aún falte casi un mes para su pistolezo oficial de inicio. Nunca hubo tanto actores con opciones de formar gobierno, y la mayoría absoluta a tenor de las encuestas parece que se ha disipado. Demasiado en juego.
Así que los partidos han empezado ya con su particular subasta, o mejor dicho, con sus programas electorales. Sobre todo, porque los candidatos lanzan titulares, pero, explican poco de como piensan llevarlo a cabo.
Al fin al cabo, y hace tiempo que llegué a la conclusión que los programas electorales son una declaración de intenciones. Ejemplos hay muchos, socialistas y populares se pusieron de acuerdo para reformar la constitución en el artículo 135, el del déficit público y que ha sido el responsable de tantos recortes en el estado de bienestar. Aquí, no tuvieron grandes problemas y lo hicieron en un tiempo récord.
Y eso que supuestamente eran percibidos por los votantes como las antípodas, la izquierda y la derecha. Sin embargo, para encontrar grandes diferencias entre unos y otros hay que buscarlas en aquellas medidas simbólicas, que no suponen un gran reembolso para las arcas estatales, y que no hacen peligrar el estatus quo del sistema económico.
Para el PP hubiera sido impensable proponer la Ley del Matrimonio Homosexual o la Ley de la Memoria Histórica, y los socialistas jamás hubieron sido los padres de la Ley Mordaza o una reforma del Ley del Aborto más restrictiva.
Por eso, como ciudadanos debemos tener memoria para reclamar aquello que dijeron que iban a hacer para ganar nuestra confianza y nuestro voto, partiendo de la base que posiblemente no cumplirán sus programas electorales.
Pero, al menos sabremos que partidos tratan de engañarnos sin ningún tipo de reparo. Algo que debería ser imperdonable para el electorado, y de esta manera la política volvería a ser algo serio y leal con los ciudadanos.
Sin duda alguna, tanto en las pasadas elecciones como en éstas, el empleo sigue siendo uno de los pilares para convencer a más de 5 millones de parados, según la última Encuesta de Población Activa y a sus familias, y eso son muchos votantes. Pueden poner a un gobierno o a otro. Y ahora es cuando se acuerdan de que existen.
Por eso, y a modo de contrato, y no de declaración de intenciones, en este mercadeo veamos qué prometen los candidatos en estas elecciones del 20 de diciembre en materia de creación de puestos de trabajo.
En esta entrada, analizaremos los números concretos prometidos por Izquierda Unida y populares, y en las próximas profundizaremos en las de socialistas, Podemos, Ciudadanos y UPYD. Y tirando de hemeroteca comparemos lo que afirmaron hace cuatro años y comprobaremos como han ido cambiando sus discursos.
Izquierda Unida promete trabajo para todos
En el programa electoral de Izquierda Unida en sus propuestas laborales se comprometen con la creación directa de un millón de puestos de empleo público. Lo llaman el Plan de Trabajo Garantizado. Su idea consiste en que los ayuntamientos determinen las necesidades de sus municipios en áreas como medio ambiente, deporte, servicios sociales o actividades culturales que la oferta privada no cubra, y que estos puestos sean pagados por el Estado. Y que esto se lleve a cabo en el primer año de Gobierno. Estiman que esta medida tendrá un coste de 15.416 millones de euros que sacarán de sus nuevas políticas recaudatorias y de distribución de la riqueza, a través de una reforma fiscal.
Al mismo tiempo, afirman que de ponerse en marcha este plan se crearán entre 200.000 y 300.000 empleos más en el sector privado para atender la demanda de consumo de estos trabajadores públicos que cobrarían entre 900 y 1.200 euros brutos mensuales.
Con la vista puesta en el objetivo final en distintas etapas que todo español que lo solicite pueda disponer de un empleo.
Y si lo comparamos con las promesas de 2011, lo llamaban Plan de Choque por el Empleo, y sus ideas de entonces, eran ligeramente distintas. Para empezar aseguraban que sus propuestas generarían 3 millones de puestos de trabajo desde 2012 a 2015.
Lo basaban en 3 pilares: la reducción de la jornada laboral real a 35 horas, lo que supondría la creación directa de unos 400.000 empleos, el empleo público y el apoyo a las pymes y a los autónomos.
En cuanto a los sectores que determinan que necesitan mano de obra básicamente son los mismos que ahora, ley de dependencia o nuestros montes y bosques, por ejemplo.
La principal diferencia estaría en el coste de estas iniciativas, en aquellos momentos se valoraba en total en unos 40.000 millones de euros, en 2015 en unos 15.000 como vimos anteriormente. Aunque bien es cierto que esta cantidad sería para el primer año, y en cuanto al número de empleos, es de un 1 millón para el 2016, y teniendo en cuenta que hay 5 millones de parados es claramente insuficiente por lo que dicen que podrían en marcha nuevas etapas hasta ayudar a todos aquellos que quisieran encontrar un puesto de trabajo.
El Partido Popular de 3,5 millones pasa a 2 millones de ocupaciones
El Partido Popular acaba de prometer que a lo largo de la próxima legislatura se crearán unos 2 millones de puestos de trabajo, unos 500.000 al año. Su receta en la que no profundiza únicamente es seguir con las políticas económicas que ellos ya han puesto en marcha.
Lo cual sorprende bastante, porque no denota que, al menos, tengan la intención de acabar con el paro en España. Si a cinco millones le quitamos 2 nos siguen quedando 3 millones de desempleados, lo que seguiría siendo una tasa demasiado elevada.
Por otro lado, en su anterior campaña prometieron 3,5 millones de puestos de trabajo, como ya he recordado en anteriores entradas, y hace tan sólo unos meses pusieron en marcha un nuevo portal denominado cumpplimos.es donde afirman que han cumplido el 92,5% de sus propuestas electorales, una media que elevan hasta el 95,1% en materia de empleo y estabilidad laboral. Sinceramente, las cuentas no cuadran.
En estos últimos datos del paro oficiales del Ministerio de Empleo, referidos al mes de octubre de 2015, la cifra total de desempleados inscritos se sitúa en 4.176.369 personas, y utilizando la misma fuente, pero mirando al mismo mes de 2011, eran 4.360.926. La cuenta es fácil, al restar da que en la actualidad tan sólo hay 184.557 parados menos. Nos quedarían para alcanzar los 3,5 millones de puestos de trabajo prometidos, más de 3 millones, unos 3.315.443 empleos.
Quizás tengan razón, y hayan cumplido con las medidas propuestas en su programa electoral de 2011, pero, si es así, éstas han resultado totalmente ineficaces, a tenor de estos números. O directamente su balance es falso.
Sus pilares eran unas cuentas públicas en orden, el crédito para financiar la recuperación, empleo seguro o más emprendedores. Es más, prácticamente todos los sindicatos y demás partidos políticos dicen que su instrumento para la creación de empleo debe de derogarse, es decir, su reforma laboral lo que ha facilitado es que el mercado laboral cada vez sea más precario y, tampoco, ha ayudado a la creación de puestos de trabajo.
Lo curioso es que si sigues buceando en su página, aunque, disponen de un apartado en concreto sobre el empleo, no está colgado aún sus nuevas medidas de cara al próximo mandato.
En conclusión, cada vez que se aproximan unas elecciones volvemos a ver el mercadeo en que convierten temas tan urgentes para los españoles como son el empleo y la calidad del mismo. La próxima semana le tocará el turno al resto de formaciones para seguir profundizando en esta extraña subasta porque está claro que da para mucho.
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