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Diez guerras olvidadas

En estos días la atención mediática está centrada en el conflicto de  Siria, o mejor dicho en una de sus consecuencias, los miles de refugiados que huyen de esta zona. Pero, la pregunta que surge ahora es qué contiendas existen en el mundo, cuáles son esas grandes guerras olvidadas de las que nadie habla.

Sin a penas  noticias

Por desgracia, no sólo hay violencia en Siria, sino que el polvorín es mucho mayor, a pesar de que ya no abren los informativos o  no son portadas de los periódicos. Comencemos este repaso, por los diez conflictos más crueles.

Sudán del Sur
Foto: Julien Harneis

Dos años  de guerra civil se vive en Sudán del Sur. Algunos cálculos hablaban de 50.000 muertos desde que comenzara hasta enero de este año. Nació cuando las disputas latentes desde hacía tiempo dentro del partido gobernante y el Ejército estallaron en una guerra entre las fuerzas leales al presidente Salva Kiir y los defensores de su antiguo vicepresidente, Riek Machar. Los militares se dividieron  en dos bandos y sumió al país en una contienda permanente.

Una violencia que se contagia a los países cercanos, por ejemplo, en ella participan tropas ugandesas. A esta amenaza real se le une otra, difícil de combatir como es la hambruna de miles de niños.

Nigeria
Foto: Mark Fischer

Otro de los grandes conflictos de los que ya no nos llegan noticias es el de Nigeria. La Guerra sigue y el caos, también. De hecho, en las últimas horas una nueva bomba ha sido puesta en un campamento de refugiados, añadiendo 3 víctimas más  a las 20.000 muertes que se calcula que este grupo ha causado desde 2.009.

Es más, este mismo año este grupo terrorista ha declarado ser parte del Estado Islámico. Ha extendido sus ataques a Chad, Níger y Camerún. Ha logrado por el miedo a su violencia que  2,1 millones de personas huyan  de ese mundo de desolación. Recordad que horrorizó al mundo con el secuestro de 200 niñas cuando iban al colegio.  

República Democrática del Congo 
Niños Soldados. Foto: L.Rose

Según Amnistía Internacional la violencia continua en esta parte del mundo. Oficialmente las hostilidades cesaron en 2003, pero los grupos armados se han multiplicado y los focos de violencia, por ende, también. Lo peor es la impunidad con la que operan. La lucha se ha cobrado un precio terrible entre las mujeres y las niñas, muchas de las cuales han sido víctimas de violación y son explotadas sexualmente. Los niños, tampoco, corren mejor suerte, muchos de ellos son reclutados y convertidos en soldados. 

Desde hace décadas su población es sometida a continuas vulneraciones de los derechos humanos por distintos actores tanto locales, como regionales e internacionales.  De hecho, durante su segunda guerra oficial, según Cruz Roja,  murieron entre 3,4 millones a 4,4 millones. Y otros dos millones más buscaron refugio en los países vecinos.

En este conflicto confluyen múltiples factores como económicos, sociales o políticos. Están directamente relacionados con el acceso, el control y el comercio de cinco recursos naturales: el coltán, los diamantes, el cobalto, el oro y la columbotantalita.

Libia y el Sahel
Foto: :ليبي_صح:ليبي_صح) vía Wikimedia Commons

Un punto complicado es la zona de Libia y el Sahel hasta el punto que cuenta con un despliegue de tropas internacionales. 

De momento no hay paz en esta parte del mundo. Las pugnas  por la riqueza del gas y el petróleo, las rivalidades entre las  milicias, los intereses contrapuestos de las potencias extranjeras y las diferencias sobre cómo estructurar el Estado después de la era  Gadafi amenazan con desgarrar el país.  

Las intervenciones de las tropas extranjeras han contribuido a frenar en cierto modo el avance del yihadismo. Aunque, existe cierta preocupación como recogía la prensa por los extremistas que escapan de las operaciones internacionales a través del  Sahel. Buscan  afianzarse en el Norte de África. Las fronteras porosas, la débil autoridad del Estado y la facilidad de obtención de armas les favorecen.

Y es tanta la debilidad del gobierno que en la actualidad están instalados dos gobiernos, uno  al este que es el que reconoce Occidente y otro en Trípoli, tras la toma de los milicianos de la antigua capital. La ONU les ha dado hasta este próximo 20 de septiembre para que las partes lleguen a un acuerdo.

Somalia 
Somalia 1992. Foto: John Martinez Pavliga

Tampoco,  llega la paz a este país africano, y eso a pesar de la presencia de destacamentos internacionales que tratan de acabar con la piratería en la zona, a través de la misión Atlanta, por ejemplo. Los atentados sigue a la orden día. Uno de los últimos en una  base militar donde los soldados estaban  siendo entrenados para luchar contra el grupo extremista islámico Al Shabab, que le juró fidelidad a Estado Islámico.

Está previsto que en 2016 se celebren unas elecciones y un referéndum constitucional. Incluso, hay expertos que creen que esta previsión de futuro lo que podría causar es mayor violencia.  De momento, los ataques no cesan y multitud de clanes son los que  mandan  en este territorio. 

Yemen
Foto: Ahron de Leeuw

Otro avispero es Yemen. Nunca ha tenido una tradición sectaria, pero ahora la situación ha cambiado, y no para bien. La toma del poder por parte de los hutíes les ha enfrentado con Islah, un partido político que engloba la rama yemení de los Hermanos Musulmanes, y con Al Qaeda en la Península Arábiga, formado en 2009 por militantes suníes de Arabia Saudí y Yemen.

La coalición de países del Golfo Pérsico y de África del Norte, encabezada por Arabia Saudí comenzó el 26 de marzo pasado una operación militar contra los hutíes.

La violencia es tal que tan sólo hace unos días, los aviones de la coalición causaron la muerte de 34 personas. Por su parte, los rebeldes chiítas lanzaron  un misil tierra-tierra contra un depósito de armas de los saudíes en Bayhan, que mató a 45 soldados emiratíes, diez saudíes y cinco bareiníes, según telesurtv.net 

Ucrania
Capital de Ucrania, Kiev. Foto: Alexxx Malev

Aún no ha acabado la Guerra de Ucrania. Se declaraba en marzo de 2014, y en tan sólo 6 meses ya había causado la muerte de 5.000 personas. En total, la ONU calcula que las víctimas mortales han sido unas 8.000.

Se declaró un alto al fuego el 5 de septiembre de ese mismo   entre los separatistas  pro-rusos y  el Gobierno. Pero, esto no ha significado que se haya respetado. Incluso, la comunidad internacional ha intentado sancionar a Rusia por su apoyo. Putin lo  sigue negando, y parece que la intensidad de los ataques ha disminuido.  

Afganistán

 

Afganistán, sept. de 2014 Foto: Expert Infantry 

Lejos de pacificar Afganistán la situación se complica aún más, y eso que oficialmente comenzaba la guerra el 7 de octubre de 2001, con la operación  estadounidense «Libertad Duradera» y la británica «Herrick» con la mirada puesta en invadir este país asiático. La excusa era los atentados de las Torres Gemelas, de los que su culpó por dar cobijo a Osama Bin Laden y Al-qaeda  al Gobierno del mulá Omar.

El 28 de diciembre de 2014,  el Presidente de los Estados Unidos Barack Obama daba por finalizada la misión de la OTAN en la región. El  1 de enero de 2015  comenzaba una nueva fase,  denominada Operación Apoyo Resuelto. Consiste en entrenar y asesorar a las fuerzas afganas hasta fines de 2016.

Esto es sobre el papel, pero las últimas noticias que llegan son preocupantes, y auguran que la violencia se intensifique. El nuevo líder de los talibán, Mansur, pretende que le juren lealtad. Y esta pugna por el poder podría poner en peligro las negociaciones entre el Ejecutivo afgano y los insurgentes, después de tanto tiempo. Y por otro lado, la llegada de los yihadistas del Estado Islámico dificulta aún más la llegada de la paz.

Para hacernos una idea, según un informe de la ONU, en el primer semestre de este año murieron unas 1.600 víctimas por estos ataques entre las partes y han resultado heridos hasta 3.300 personas más.  En total, desde 2009 hasta nuestros días se estima que esta guerra se ha cobrado la vida de unas 20.000 personas.

Con la retirada de las tropas extranjeras, la capacidad de Kabul de llegar a las provincias ha disminuido y tendrá dificultades para mantener al Ejército con el volumen actual de soldados sin más donaciones multimillonarias. Por lo que el final de este conflicto no parece vislumbrarse en un futuro cercano.

Irak y Siria
Se sospecha que Putin está apoyando al presidente Assad. Foto: Freedom House

Tampoco, parece que de manera inmediata va a llegar la paz en Irak y Siria. En estas regiones el Estado Islámico se ha asentado y controla gran parte del territorio. De esta guerra conocemos con detalle como la población civil está huyendo de este drama. Pero, quizás nos falte memoria para recordar quienes son los actores de esta barbarie. 

En 2003 se inicia oficialmente la Guerra iraquí. Se dice que tienen armas de destrucción masiva dispuestas a ser utilizadas. Sin embargo, algunas fuentes hablan de que las vidas que ha costado este conflicto superan el millón. Aunque, posteriormente se demostró que esta acusación eran falsa. Pero, sirvió para derrocar a Sadan Husseim.

La Operación Libertad se da por finalizada el 18 de diciembre de 2011, tan en falso que las tropas internacionales han tenido que volver en 2014, para luchar contra el Estado Islámico que controla gran parte de Irak y Siria.

Por otra parte, la llegada de los yihadistas a Siria se produce en otras circunstancias muy diferentes a las iraquíes. En 2011, los aires de cambio llegan a esta tierra. La Primavera Árabe pide más democracia y respeto a los derechos humanos a su presidente, Bashar Al-Asad.   Y la respuesta no es la esperada, carga violentamente contra su pueblo. Entre estos ataques destaca la llamada Masacre de Homs, donde fruto de los bombardeos murieron unos 1.000 civiles. La comunidad internacional, a través de la ONU, solicitó formalmente la renuncia de Al-Asad, haciendo caso omiso a esta petición.

Siria se sumerge en una  una guerra civil que cuatro años más tarde ha causado 220.000 muertos, 4 millones de refugiados y que más 12 millones de persona dependan de la solidaridad para sobrevivir.

Mientra tanto, se calcula que hasta el 90% de las armas que utilizan en esta contienda son suministradas a los distintos bandos por Rusia y Estados Unidos, aunque, esta afirmación es una sospecha que cada día cuenta con más pruebas. Lo que, tampoco, ayudará a pacificar la zona, sino a causar, lógicamente, más destrucción. Y en medio de este cruce de violencia,  el Califato del Estado Islámico.


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