De los 3,5 millones de puestos prometidos nos quedamos en 63.000

El Partido Popular prometió en campaña la creación de 3,5 millones de puestos de trabajo, pero, desde agosto de 2011 hasta este último mes tan sólo hay casi 63.000 personas menos inscritas en las oficinas públicas de empleo. Y en cuanto a sus políticas activas de empleo, tampoco, a tenor de estos resultados han sido eficaces. Además, jamás han superado las cuantías de gobiernos anteriores.

 

En estos días millones de españoles se incorporan a sus puestos de trabajo, tras sus vacaciones, pero existen otros 4.067.955  españoles, según los datos que hoy mismo ha dado a conocer el Ministerio de Empleo y Seguridad del paro en este mes de agosto, que no podrán hacerlo porque no tienen trabajo adonde ir. Cifra que alcanza los 5.149.000 si miramos los datos de la Encuesta de Población Activa, elaborada por Europa, difundida en el mes de julio. 

Lo peor de todo, es que todavía el Gobierno trata de darle la vuelta, y enmascarar este mal dato. Sobre todo al romperse la tendencia de los 6 últimos meses de creación de puestos, aunque como dicen los sindicatos, la oposición, y la experiencia, de mala calidad y precarios.

Y es que encima,  ha aumentado el número de parados en este mes de agosto en 21.679 personas más, por si no era elevada ya la tasa de paro. Mientras, los responsables buscan datos y estadísticas donde agarrarse para decir que no es tan malo. En esta ocasión, la excusa es que otros meses de agosto, en temporada alta de turismo y batiendo récords de turistas y dinero gastado en este 2015,   han sido peores.  Y puestos así, siendo irónica,  seguro que en el Neolítico, no se creaban tanto empleo. 

 Por otro lado, se acaban de aprobar los Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno dice que ha adelantado su calendario habitual, porque así quiere que no se  impregnen de las elecciones que se tienen que celebrarse entorno a noviembre. Lo confirma este extracto de su nota de prensa emitida el pasado 4 de agosto, cuando se iniciaban los trámites para su aprobación parlamentaria.

…» para ofrecer certeza, seguridad y previsibilidad tanto dentro como fuera de España a los distintos agentes económicos. El impulso actual de crecimiento de la economía precisa de un programa económico conocido y estable, no debe verse en riesgo porque el calendario normal de aprobación de los mismos coincida con el proceso electoral».

Sin embargo, la oposición afirma que es todo lo contrario, que la proximidad de los comicios es la verdadera razón, con unos números que anuncian medidas electoralistas. La pregunta, sin entrar en valoraciones ideológicas, que surge es que si con los anteriores datos, con una tasa de paro prevista para este final de año del 22% se toman en serio la creación de puestos de trabajo, no por palabrería sino por sus hechos. Aunque, los últimos datos del número de desempleados, ya nos está dando una pista.

La mejor manera de hacerlo es analizando el dinero que este Gobierno destina y ha destinado a las políticas activas de empleo.

Euros gastados en políticas activas de empleo

En estos presupuestos para 2016 se destinan para la Secretaría de Estado de Empleo 26.375,6 millones de euros. La dotación para políticas activas de empleo es de 5.242 millones de euros. Cantidad que representa el 19,87% del total del dinero que gestionaría el Ministerio. El gran monto se va a pagar las prestaciones por desempleo, unos 19.500 millones. Un 23% menos que en este 2015. Y no porque haya menos parados, sino que cada vez habrá más personas que han agotado sus prestaciones. De hecho, en el segundo trimestre del año, según la EPA 3.700.000 personas no reciben ningún tipo de ayuda por parte del Estado, a pesar de ser desempleados. 

Veamos en años anteriores. En 2012, el gasto en políticas activas cayó en un 21,3% en relación a los últimos presupuestos de Zapatero. Fueron 7.764 millones de euros que se destinaron fundamentalmente a incentivar las nuevas contrataciones.  

Para el 2013 se volvió a vivir una rebaja, esta vez del 34%. Se bajó hasta los 3.771 millones, tras el recorte en las bonificaciones para los que contrataran. Al siguiente período, en los presupuestos para 2014 nos encontramos con que el Gobierno destacaba el esfuerzo que estaba haciendo para recuperar el empleo, pero la realidad fue que el dinero que destinó  realmente para este fin fue de 4.079 millones, de los cuales unos 500 millones procedían de Europa. Tras la considerable reducción de años anteriores del 21,3% y del 34%, tan sólo los incrementó en un 7,2%. 

Y finalmente, para este 2015 el Gobierno subió la cantidad para este tipo de políticas hasta los 4.764 millones de euros, aunque seguimos quedándonos muy lejos de aquellos de 7.764 millones del primer presupuesto de la era Rajoy, y eso que en aquel momento ya bajó esta cantidad. 

Como hemos visto, a lo largo de estos años jamás se han recuperado las cifras destinadas en Gobierno anteriores, y aunque, la tendencia en los dos  últimos años ha sido al alza la cantidad ha sido tan insuficiente que en agosto de 2011, los parados registrados en las oficinas del Servicio Estatal de Empleo eran  4.130.927. Por lo que tan sólo son 62.972 personas menos las que abrían salido de las colas del paro. Un número demasiado pequeño para aquellos que prometieron en campaña la creación de 3,5 millones de puestos de trabajo.

Nunca fue una prioridad real

Después de analizar todos estos datos, llama la atención que a pesar del bombo y platillo de estos presupuestos del Gobierno del PP, en sus previsiones para los próximos años aún nos quedaríamos muy alejados de la tasa de desempleo de Europa. En la actualidad, a julio de 2015,  se sitúa en la Zona Euro entorno al 10,9%, sin embargo, en 2018 el Ejecutivo estima que rondaremos el 15,5%.

Lo cual denota que, quizás de manera indirecta,  esté reconociendo que sus «acertadas políticas» no sirven  para llegar al pleno empleo, y ni siquiera, para alcanzar el tren europeo.

En consecuencia, se podría afirmar una vez más que no hay verdadera voluntad política para acabar con el paro en España o las medidas que se están tomando, como la reforma laboral, no están sirviendo de nada, sino más bien para que determinadas empresas aumenten sus beneficios. Ejemplos hay muchos, como el emblemático Corte Inglés, que a pesar de que en 2013 aumentó sus beneficios en un 6,2% despidió a 3.000 trabajadores, según el Diario Público. 

Quizás, nunca fue una prioridad real para los populares, porque como hemos visto durante los dos primeros años de su legislatura redujeron las cuantías para las políticas activas de empleo, aquellas que supuestamente, deben ayudar a crear puestos, y aunque, las han aumentado en la mitad de su mandato nunca superaron la de los euros de otros.

 

Previ

 

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