Como diría Isabel Pantoja, «estoy cansada» de escuchar siempre lo mismo. En los últimos años, desde las administraciones públicas he oído en reiteradas ocasiones distintas versiones que trataban de explicar las razones del elevado paro en España, y los perfiles de los demandantes de empleo. Así que hoy trataré de analizar sobre un ejemplo real, lo que se esconde detrás de las estadísticas.
Para ello, me basaré en los datos de una ciudad media andaluza, como es Antequera. Sobre una población cercana a los 45.000 habitantes. Lo primero que me encuentro es que en este mes de septiembre hay registrados 7.043 desempleados. De los cuales, unas 2.207 personas están comprendidas en el tramo de edad entre 25 a 44 años. Son el grupo más numeroso, seguido entre los que están entre los 45 a 65 años, 1.500 personas. Me llama la atención, de que los menores de 25 son 629. No hay grandes diferencias en estos números, entre hombres y mujeres, ligeramente más elevado entre las trabajadoras. En total, 2.183 hombres y 2.153 mujeres. Hay que tener en cuenta, que aquí han quedado fuera los trabajadores eventuales agrarios subsidiados y otros demandantes no ocupados.
De aquí extraigo una conclusión, precisamente, el colectivo que peor lo está pasando es aquel que se le presupone en edad de pagar una hipóteca, tener hijos, en pleno desarrollo laboral y son los más perjudicados. Los que necesitan más ayudas, y los que menos reciben porque no son ni jóvenes ni mayores. Una injusticia más, porque si eres hombre aún lo tienes más crudo. A la hora de trabajar por cuenta propia, al no pertenecer a ningún perfil considerado en riesgo de exclusión social, no te darán nada. En todo caso, buenas palabritas de ánimo.
También, es significativo que un 32, 65% llevan en paro menos de 3 meses, y los más dramático, un 33,14 por ciento son parados de larga duración, más de 12 meses. De nuevo, surge otra incongruencia, porque estas 1.437 personas son las que quedarán fuera del sistema de prestaciones En primer lugar, porque habrán agotado su desempleo, podrán cobrar la beca del Plan Prepara, unos 400 euros, durante 6 meses, con varias trampas. La primera de ella, es que tan sólo en todo tu vida la puedes solicitar una vez y punto. Y aunque, durante ese período hayas podido encontrar un empleo, cuando termines, lo reanudas, pero el tiempo sigue contando, con lo cual si te han reconcido desde enero a junio, y has trabajado dos meses, esos 60 días no se suman para prolongarlo, sino que terminas de cobrar igualmente en junio.
Y otra aclaración, es una beca porque durante estos seis meses, tienes que acudir dos horas al mes, a una sesión grupal donde supuestamente, te muestran cuales son los recursos que tienes a tu disposición para buscar trabajo. Inicialmente, fueron concebidos para que los demandantes realizarán cursos de reciclaje profesional, pero la falta de dinero de la administración han hecho que se hayan quedado reducidos a esas dos horas de charla.
En cuanto, a los niveles de formación, un 72,23% tienen estudios secundarios, y un 11, 49 por ciento son universitarios. Con lo cual, vemos que la falacia de que era necesaria mano de obra cualificada no se cumple. Incluso, creo que cuanta menos cualificación tengas menos dificultades tendrás en trabajar. En mi círculo más cercano he comprobado como para acceder a un trabajo han tenido que mentir en su currículo, ocultando que eran licenciados para poder sobrevivir.
Y finalmente, por sectores hemos visto como los todos los pilares básicos están sufriendo esta sangría. El más dañado, los servicios con 2.081 parados, seguido de la construcción, con 1.056 desempleados, y la industria con 549 demandantes. Curiosamente, en la agricultura la tasa de paro es del 4,87%. Y eso, que estos datos reflejan las estadísticas de agosto, un mes tradicionalmente flojo, porque la campaña de la recogida de la aceituna, en esta zona comienza en septiembre.
En consecuencia, creo que los políticos, inmersos en su mundo paralelo, cada vez están más alejados la realidad del mercado laboral, y lo que más me joroba es que piensan que somos tontos. Una conclusión, a la que llego con bastante frecuencia, porque durante años nos dijeron que había que especializarse y ser universitario, luego que si faltaban estudiantes de formación profesional, y ahora que reciclarse. Y mientras tanto, cinco millones de parados…a los cuales de manera subliminal se les insulta de vez en cuando, sugiriendo que se vive muy bien cobrando el paro. Pues no, porque todos tenemos aspiraciones y tenemos la necesidad de progresar y crecer como profesionales. Es más, todo aquel que lo piense directamente para que hable con conocimiento de causa que viva con esa miseria, y que luego, nos lo cuente.