Eritrea, otro infierno más en la Tierra

Son el tercer grupo más numeroso de los que llegan a las costas del Mediterráneo,  y no están en guerra

Huyen, por ejemplo, de un servicio militar que se puede prolongar toda la vida

La llegada a Madrid del primer grupo de refugiados procedentes de Italia, compuesto por 11 personas de nacionalidad eritrea y un sirio el pasado 8 de noviembre ha venido a insistir en que por desgracia esta  crisis humanitaria no sólo afecta directamente a la población civil de Siria. Existen  otros rincones del mundo en donde vivir se ha convertido en un verdadero infierno, tanto que deciden dejar todo atrás con la única vista puesta en salvar la vida.

 

refugiados eritreos
Foto: Gobierno de España. Primer grupo de refugiados de los 9.323 comprometido por el Gobierno 

De hecho, se estima que hasta el 10% de las personas que vienen pidiendo refugio en nuestro continente proceden de Eritrea, un país del Cuerno de África, vecino de Somalia, Sudán y Etiopía. 

procedencia refugiados

Es más, en el naufragio del 19 de abril de 2015 frente a las costas italianas que causó la muerte de 800 personas, según la ONU, 150 habían escapado  de este país. Aunque,  no ha sido el único, en el  de  Lampedusa del 3 de octubre del 2013 con 363 fallecidos, la mayoría eran eritreos.

A mediados de 2014, la Agencia para el Refugiado ACNUR hablaba de 350.000 los desplazados fuera de sus fronteras. Una cifra que es difícil de cuantificar, pero, que se sabe que no ha parado de crecer, y que podría suponer hasta el 10% de su población. En ese año, la media mensual de personas que abandonaban su tierra en busca de refugio en otros países era de 3.000. Y eso que se calcula que su población es de 6,5 millones

La pregunta que surge, qué les lleva a emprender esta dramática huida. La mayoría escogen la ruta de Libia para llegar a Europa, antes de recorrer no menos de  3.200 kilómetros. Si tomamos como referencia Asmara,  su capital, la distancia a Lampedusa es de casi 3.500 kilómetros. Y como se ha visto, a veces, en este largo camino pierden hasta la vida. Está claro que la desesperación, pero qué la causa, porque oficialmente no hay ninguna guerra. 

 

De qué huyen los eritreos

1º. Un servicio militar obligatorio para toda la vida

Para empezar el Informe Mundial de los Derechos Humanos califica su situación de deplorable. Entre las denuncias de este estudio llama la atención el servicio militar obligatorio para hombres y mujeres de entre 17 a 50 años. Inclusotoda persona en edad escolar debe cursar su último año académico en el campamento militar de Sawa. Lo que  supone el reclutamiento de niños y niñas para las fuerzas armadas

Una «mili» que dura oficialmente 18 meses, pero, que en la práctica puede prolongarse hasta una década. Y tanto es así, que algunos testimonios que recogen la prensa aseguran que para toda la vida. Se utiliza como fuente de trabajos forzosos para el Estado, y nadie puede elegir su ocupación.

Su origen está en un régimen opresivo. Como afirma el experto de la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, Michael Smith, en una entrevista a RNE, se ha militarizado a la población.

«Servir en una unidad militar o civil es lo único que pueden hacer, desde los 17 años y para el resto de su vida, recibiendo a cambio un dólar o dos al día»

 

 

También, las personas de 50, 60 y 70 años tienen que cumplir periódicamente con sus obligaciones desde el  año 2012. Por supuesto, la objeción de conciencia es una alternativa que no se contempla, y los que tratan de evadirse son sometidos a malos tratos y tortura.

2º. Presos de conciencia

Con un Gobierno  así y una sociedad militarizada está claro que la libertad de expresión y de pensamiento es represaliada. No existen los partidos políticos ni los sindicatos ni los medios de comunicación independientes, según varios organismos internacionales. 

En el último informe de Amnistía Internacional,  entre  2014  y 2015 había miles de personas detenidas arbitrariamente y recluidas en régimen de incomunicación sin cargos ni juicio por diversos motivos. Desde criticar al Gobierno, informar objetivamente, practicar una religión distinta a las cuatro reconocidas, o desertar del servicio militar. Se calcula que en esta situación, en el mes de abril de 2015, se encontraban unos 10.000 presos,  muchos de ellos, periodistas y políticos opositores, de los que los familiares desconocían su paradero. 

Algunos de ellos podían llevar 20  años encarcelados sin cargos ni juicio. Se sabe que otros han sido obligados a trabajar en una mina de oro y cobre, propiedad de una empresa canadiense, a cambio únicamente de comida.

3º.Sin libertad religiosa

Tampoco, se permite la libertad de culto. Sólo se puede pertenecer a cuatro confesiones  (la iglesia ortodoxa eritrea, la iglesia católica, la iglesia luterana y el islam). Los miembros de otros grupos prohibidos, incluidas las confesiones cristianas pentecostal y evangélica, seguían siendo objeto de detención arbitraria y tortura y otros malos tratos por practicar su fe. 

4º. Tortura sistemática

Según este organismo, la tortura y otros malos tratos se utilizaban de forma generalizada como castigo o como técnicas en los interrogatorios. Entre los métodos más utilizados se encuentra el someter a las personas detenidas a posturas dolorosas durante largos períodos de tiempo o aislamiento. Incluso, se sospecha que muchos de ellos permanecen hacinados en celdas subterráneas o en contenedores metálicos, en lugares desérticos, expuestos a altas temperaturas. El agua o el alimento que se les da suelen ser insuficientes. 

 

refugiados eritreos
Foto: Amnistia Internacional. Rescatados del Mediterráneo

En definitiva, huyen del miedo, como reconoce la propia ONU en un informe que publicó a fecha del 8 de junio de 2015. Se decía que esta situación era provocada por un  «Gobierno autoritario» que controla a los eritreos a través de un aparato de seguridad enraizado en todos los sustratos de la sociedad. Y la información que recopila se utiliza para mantener a la sociedad en un estado permanente de ansiedad.

 Quién es el Gobierno de Eritrea

Presidente de Eritrea
Foto: WipediaIsaías Afewerki en 2002

Eritrea es uno de los países más jóvenes del mundo. Se independizó de Etiopía en 1993. Después de 30 años de lucha armada hasta que contó en el apoyo de Estados Unidos, cuyo interés era combatir el régimen comunista del país etíope. Su presidente, Isaias Afewerki, desde entonces permanece en el poder. Aunque, la frontera entre ambos no quedó muy definida, y entre 1998 y 2000 se recrudeció el conflicto, cobrándose  la vida de 100.000 personas. 

Además, la economía está tan maltrecha que se han vivido varias hambrunas como la de 2011. Mientras tanto, después de guerras y hambrunas bajo su mandato, los eritreos no cuentan ni con una Constitución, y viven en continúa tensión. Puesto que su presidente ha hecho  de su enemigo la excusa para someter a su población a un estado de excepción permanente, donde es evidente que no se respetan los derechos humanos más básicos. La ONU afirma que algunos de sus delitos se pueden catalogar contra la humanidad.


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